sábado, 19 de noviembre de 2011

Rectificación sobre el comentario de Tangram


En el comentario sobre Tangram de Juan Carlos Márquez escribí el siguiente párrafo:

"La falsa pista final de que puede haber sido él el asesino del actor Gaetano Iabichino es un truco que no podemos perdonar a estas alturas, aunque para eso está la cara dura del autor, para hacer lo que le de la gana."

Quiero puntualizar:

Mi impericia lectora me llevó a pensar que se trataba de una falsa pista. Y no es así, como bien me ha hecho ver su autor: "el asesino de Reikiavik es el asesino de Iabichino".

En las historias en las que todos los detalles de la trama son importantes para el desarrollo de los acontecimientos posteriores no es la primera vez que me pierdo, y supongo que no será tampoco la última. No me enteré pues. Pido disculpas desde aquí a su autor y a los lectores de la reseña.

Al hablar de la cara dura del autor no quise ser, obviamente, ofensivo, sino expresivo.

En la fotografía Juan Carlos Márquez

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