También llamado “El vampiro de Curitiba”, según tituló la colección de 15 relatos protagonizados por Nelsinho, un héroe vagabundo y provinciano que acechaba a las mujeres escondido en lugares cerrados y oscuros. Un vampiro al acecho de sus víctimas, cuyas andanzas, a veces siendo un adolescente, otras un adulto, se cuentan en 3ª y en 1ª persona.
Nació en Curitiba en 1925, estudió Derecho y tuvo dos hijas. Un escritor reacio a las entrevistas y a mostarse en público.
“En la calle oscura, sola, allá viene la ruca. La agarro por atrás y le aprieto el cuello. Calladito, digo. O te apago. La llevo a los matorrales, al lado de la vía del tren. Todo mundo desnudo, digo. Ella más que de prisa. Entonces me sirvo. La tía es a todo dar. Lo hace muy bien. Acepta sin problemas lo que tú quieras. No doy puñetazos ni digo groserías. Así es, carnal.”
Este minicuento aparece en “El vampiro de almas”, una antología de cuentos hecha en Méjico, que muestra el camino que sigue el cuento hasta el haikú.
Trevisan explora y muestra la crueldad provinciana. Todas sus historias transcurren en la ciudad en la que nació y ha vivido de una fábrica de botellas, Curitiba, Paraná, Brasil. Hace uso de un realismo costumbrista, pero también del existencialismo y del expresionismo.
En 1959 publicó “Novelas nada ejemplares”, en 1974 “El pájaro de cinco alas”, en 1979 “Virgen loca, locos besos”.
Desde 4 euracos se puede conseguir la primera en las librerías de viejo que se anuncian en la red.
En “Pao e sangue”, Joao y María se asesinan alternativamente a lo largo de los 22 relatos del libro.
Hasta el momento la única referencia más o menos accesible o encontrable es la que hemos dicho de “Novelas nada ejemplares”, de la que la semana pasada conseguí un ejemplar editado en Caracas, Venezuela, en 1970. Sé que en 1989 Laia lo editó en Barcelona. Pero poco más. 30 cuentos.
¿Lo conocen los editores? ¿Y si lo conocen, cómo permiten que el público español no se pueda acercar a este interesantísmo cuentista?
“Trevisan pertenece a una tendencia narrativa que no se vale de la literatura para redimir o condenar al hombre, sino para acercarlo a nuestros ojos, mostrárnoslo y, (...), hacernos comprender que es nuestro semejante,que somos idénticos a él.” Son palabras sacadas de la presentación y la contraportada escritas por otro brasileño de su quinta.
“Tendida de espaldas en la cama,ojos abiertos, manos cruzadas sobre el pecho, ella imitaba al muerto allá en la sala.”
“El muerto en la sala” es un cuento de 7-8 páginas llenas de crueldad, miedo y justa venganza.
“Tio Galileo” se puede leer en la red, pero no soy capaz de poneros el enlace. Si en Google ponéis: Tio Galileo trevisan os sale. Merece la pena.
Al brasileño le gusta hacer referencias al corazón: “se encogía el corazón medroso como un bicho bajo el pie que lo va a pisar” (p.174); “Abrió la canilla de la pileta. El agua corrió mansamente por el corazón afligido: era el murmullo de la casa. No estaba solo” (p.152).
Muerte, soledad, miedo,enfermedad, abandono, vejez o infancia son algunos de los motivos por los que este escritor transita.
Nada que ver con lo que el público lee.
Muerte, soledad, miedo,enfermedad, abandono, vejez o infancia son algunos de los motivos por los que este escritor transita.
Nada que ver con lo que el público lee.