martes, 31 de marzo de 2009

Muerto en TV


Era un tipo descuidado, poco pendiente de los detalles, absorto en ciertas fantasías, con un mundo interior en convulsión, que lo había llevado de una clínica a otra, sin haber llegado a encontrar un centro de gravedad. Había cambiado de estado sin saber muy bien cómo, había pasado de vivo a muerto sin prácticamente darse cuenta. Se despertó muerto, pero no recordaba un accidente automovilístico, o falta de aire bajo un mar embravecido o la sobredosis. Se sabía sin vida, pero no cómo le había llegado a pasar. Abrió los ojos y comprendió que lo que veía era un mundo al que ya no podía pertenecer. ¿Qué haría? Todas las decisiones tomadas hasta entonces se podían calificar de desafortunadas, pero esta vez supo que estaba en el camino correcto. Parecían entusiasmados con él, les era muy difícil disimular. O al menos él era capaz de advertirlo, de penetrar sutilmente en el pensamiento de los demás. Pues mira, he ganado en intuición y perspicacia, se dijo. Así que me alegro de estar fiambre. Los responsables del casting le dijeron que era telegénico. Todavía le quedaban un par de pruebas más, pero esa cualidad nueva de su carácter, que le había llegado con la muerte, le decía que aquello sería pan comido. Se sintió bien. Sacó un billete para ir a la ciudad donde se celebraba la siguiente fase y luego se dio cuenta que él no necesitaba para viajar sino quererlo. Como tenía el billete decidió aprovecharlo. En el tren iban otros chicos como él, con las mismas ganas, hasta más si cabe, de ser elegidos para participar en el concurso televisivo, que había superado todos los records de audiencia. Le pareció que nadie notaba nada, pero enseguida fue consciente de que los demás ya veían en él a uno de los candidatos con más posibilidades. Cada cual reaccionaba de manera distinta. Había quien le sonreía en exceso, y quien se mostraba áspero. Las chicas estuvieron mucho más accesibles de lo que jamás las había encontrado mientras vivía. Se besó con una en los lavabos del tren. Tuvo que sujetarse la lengua para que la otra no se la llevase en su boca. Ufff, fue todo cuanto dijo ella. Qué más hubiera dicho si hubiera averiguado que el chico era un zombie. Hizo las colas pertinentes y cuando le llegó el turno los dejó sin habla. Estás dentro, le fueron diciendo, fase tras fase. Por fin un día llegó el momento de su aparición ante las cámaras. Enseguida cayó bien entre los telespectadores. Era simpático y espontáneo, vitalísimo. Lo que no fue durante su vida. Las cámaras estaban enamoradas de sus movimientos, de sus gestos, de un aire magnético que lo envolvía. Cuando llegó el momento, que él supo discernir, contó su historia. Todo surgió con la espontaneidad de los brotes primaverales. Había perdido a sus familiares en un trágico accidente y se había marchado al extranjero, donde se había dedicado a vagabundear. Se hizo un reportaje sobre los lugares por los que decía haber pasado. A la gente no le molestaba recordar a un hippy simpático, que ahora era una estrella televisiva en un gran concurso. Le mandaban saludos, le deseaban suerte, se alegraban de haberlo tratado por unos días, unas horas, poco más. Era como en las leyendas, se amplificaban las anécdotas, pero de nada había una prueba fehaciente. La verdad era que en vida apenas había salido de su ciudad de nacimiento. Sus paisanos se sorprendieron con la popularidad de aquel joven, del que muchos habían llegado a pensar que era idiota. Aceptaron sin recelos todo lo que veían en la televisión. Alguien dijo que recordaba el luctuoso acontecimiento, en el que habían perdido la vida sus padres y dos hermanos. Los periodistas lo entrevistaron y entonces describió, no sin talento, un incendio que arrasó la vivienda familiar. Era guapo y sonreía, a pesar de lo vivido. Por supuesto batió a todos sus adversarios. Y con todos tuvo un gesto amable, cariñoso y desprendido. Llegó a olvidar que había entrado en el concurso muerto. Me explico, deseó que aquello no se acabase nunca. No quiero salir de aquí, dijo ante la audiencia, no me quiero marchar. Eres el ganador, le anunciaron. Puesto que había atrezzo de Halloween, se sirvió de él. Se acostó en uno de los ataúdes en simpática protesta porque tenía que abandonar el plató. La reacción de mucha gente desde sus casas fue idéntica: tocaron la pantalla de sus aparatos queriendo tocarle la cara a él.

sábado, 28 de marzo de 2009

Dentro de la sombra


Puede parecer que es sólo una forma de hablar, pero no. No es sólo eso cuando digo que penetré en mi sombra. Caí por unos desfiladeros en los que lo más fácil era despeñarse, donde había un viento gélido. Yo estaba en mi cama y como cada día del fin de semana mis hijos, como los de todo quisqui, madrugaron para ponerse delante de los dibujos animados. Estabamos solos, ellos y yo. Primero apareció el pequeño dando traspiés entre los cachivaches que el día anterior habían desperdigado por el pasillo. A los pocos minutos el mayor venía quejándose de que tenía la nariz atascada y no podía respirar. Gracias a eso no me perdí en aquel paisaje invernal, que ya dejábamos a nuestras espaldas, con la primavera recién estrenada. Se metieron bajo las sábanas conmigo y se estiraron como gatos mientras los abrazaba. Pero yo ya había visto lo que había al otro lado. Al otro lado de qué, me dije a mí mismo. Y tras unos segundos de quedar suspenso concluí que podía ser al otro lado de mi sombra. Fueron unos segundos nada más, suficientes para sentir un pensamiento, un pensamiento antes que una sensación, el pensamiento de unos desfiladeros por los que podía despeñarme en el menor descuido y el pensamiento de un viento gélido que me estremeció. El problema de todos los años a partir de esa época, lo que ya me agobiaba anticipadamente era la alergia, con la que cada vez tenía que convivir más tiempo: llegaba antes y se marchaba después. La imagen con la que podría resumir lo que hallé al otro lado no va a ser de gran originalidad: una figura encorvada y endeble camina contra la ventisca, a ciegas, sin saber que se puede precipitar al vacío en cuanto sus pies se desorienten. Pero los niños tenían prisa por irse al salón. Sólo el pequeño me preguntó por ella. Anoche la acompañamos los tres al aeropuerto. Cuando fue a darles un beso se había quedado dormido en su silla. El mayor me preguntó de vuelta a casa cuánto tiempo iba a estar fuera. El domingo por la noche ya estará aquí, le dije. Vale, dijo. Suele decir Vale cuando encuentra un atisbo de consuelo en la respuesta a algo que le agobia. A ella no le preocupaba en absoluto dejarnos solos, me manejo bien con ellos. Su inquietud venía de otro lado. En el garaje lo desperté: lo mejor era que después de subir a casa se pusiesen los pijamas, cenasen y se fuesen a la cama. ¿Podemos ver un poquito de una película? Me preguntaron. Vale, les dije. En el ascensor el pequeño ya preguntó por ella. Se ha marchado en el avión, tú estabas dormido, pero te dio un beso muy grande y mañana hablarás con ella por teléfono. Vale, dijo. El mayor se puso el pijama solo y yo ayudé al pequeño. Cenaron muy bien y luego discutieron por la película que pondrían. El mayor quería una de Doraimon y el pequeño una de Popeye. Se puso la de Doraimon, ya que el pequeño cedió, lo que no sucede siempre. A la hora de dormir pilló una rabieta porque entonces quería ver la suya, pero le duró poco, pues estaba muy cansado. Luego cené yo en la cocina, mientras repasaba las preguntas que había formulado para una entrevista. Me fumé un cigarrillo con la ventana abierta. Mi mesa de trabajo es la mesa de la cocina. Como no me concentraba, decidí que lo mejor sería sentarme un rato delante de la tele y luego meterme en la cama con un libro, que tenía a medias desde hacía semanas. Estuve delante de la tele haciendo zapping más tiempo del que habría querido estar, luego fuí a verlos y los arropé. Le dí varias vueltas a la llave de la puerta, pero la saqué de la cerradura, pensando que si me daba un ataque al corazón desde fuera resultaba casi imposible abrir, si por dentro estaba la llave puesta. Llamó ella diciendo que ya había llegado, que la habían recogido en el aeropuerto y que iban a cenar. Me quedé dormido pensando que no iba a dormir bien. Al rato el pequeño se quejó, fuí a verlo y es que se había caído de la cama y buscaba acomodo en el suelo, entre los cojines que había por allí dispersos. Seguí durmiendo con la sensación continuada de estar despierto, y ahí fue la primera vez que tuve el pensamiento de que caía dentro de mi sombra, que la traspasaba para llegar a un lugar peligroso y desapacible. A las pocas horas volví a despertar intentando localizar contra mi voluntad el ronquido de un vecino al que oía todas las noches. De repente el móvil me alertó de un mensaje: ella, antes de irse a dormir, me decía que el novio de su amiga tenía una conducción superagresiva. Eran las cuatro de la mañana. El resto de la noche fue un duermevela con continuas entradas y salidas al reino de mi sombra. Era miedo y deseo. Lo típico que uno siente en los abismos. Ella me había dicho que casualmente llegaba en otro vuelo desde otra ciudad otra amiga a la que también recogieron. Una amiga que yo conocía, con la que me parecía que podía hacer ciertas suposiciones. La encontré al otro lado, cuando conseguí atravesar el pasillo de aquella garganta, en un lugar seguro, algo más cálido, muy lejos de la entrada a mi sombra. Allí estaba ella, con una sonrisa que yo reconocía, y que en mi pensamiento entre la vigilia y el sueño, había aislado para mí. Era el pensamiento de una posibilidad, una alernativa, un juego intrascendente, inofensivo. Luego volví al abismo inicial, a la entrada. Y ahí comencé a oír por el pasillo primero sus pasitos de duende y luego los traspiés con los cachivaches, mientras me decía a mi mismo que no era sólo una forma de hablar decir que había penetrado en mi sombra. Ahora sí que le tocaba el turno a Popeye. Estornudé y me metí en la cocina a preparar los desayunos y a darle una nueva vuelta a la entrevista que tenía pendiente. El pequeño había preguntado por ella nada más entrar en mi cama. Luego llamará y te pones al teléfono, le dije. Cuando se aburrieron de la tele se fueron a su cuarto. El plan era darles la comida en casa y luego reunirme con unos amigos a tomar unas cervezas, mientras ellos jugaban en unos columpios que había al lado del bar. Todavía era pronto para llamarla, sobre todo si se habían acostado tarde. En la ducha ingresé de nuevo en un estado de extrañamiento que me pareció que no se resolvería con el alivio manual, era otra vez aquella sensación de estar del otro lado. Volví a ser rescatado por ellos, que tenían un conflicto, por el que cada uno vino a quejarse amargamente del otro. Salí de la ducha como un ogro cómico, dando traspiés y maldiciendo. En realidad a mí me preocupaba lo mismo que a ella, que durante el fin de semana no se produjese ninguna novedad. Había sacado el billete hacía semanas y estaba bien después de tres días de reposo. De cualquier manera iba a estar tranquila, despreocupada de los niños, podría dormir y distraerse. El ginecólogo de urgencias no le dio mayor importancia al hecho de que hubiese manchado. En la ecografía, a pesar de que era muy pronto, se vio el saquito. Tenía latido, me dijo. Yo no pasé, me quedé sentado en mi silla, pero pude espiar a través del reflejo en una ventana. La sombra es fría, pero cuando digo la sombra no hay por qué pensar siempre en la sombra que crea el cuerpo, cuando se pone delante del sol o de un foco de luz. La sombra es también algo que hay en el cogote, o en la noche, cuando las ideas del día no dejan que reposemos en el sueño. La sombra es algo que puede que esté en nosotros en un estado de latencia, semienterrada entre nuestra conciencia y la conciencia de los otros, entre los deseos de bien y el mal como sustancia pura. No se trataba de un descuido, todo lo contrario, más o menos era una concepción planificada. Habría que empezar de nuevo, quizás acometer alguna reforma, hacer sitio no sólo en la casa, sino en las mentes de sus ocupantes. El pequeño aseguraba llevar él mismo otro bebé en su barriga. Esa idea infantil, ingenua y emocionante, radicalizada hasta sus últimas consecuencias puede ser terrible. Caía en el otro lado, detrás de la puerta de la sombra. Cuando quise buscar en mí mismo a aquel ser ingenuo y tierno que una vez me contuvo, hube de pasar por territorios peligrosos, azotados por la ventisca, en los que si los pasos se desorientaban me iría a pique.

La imagen que ilustra el relato pertenece a un fotograma de Un perro andaluz.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Soneto

Sube alto el cielo sobre mi cabeza.
Entre los caprichos de la mentira
la nube ahuyenta el punto de mira.
La espuma amarilla del sol regresa

todos los días a besar mi mesa.
Una voz oscura en calma suspira.
La sombra agridulce despacio tira
otra malvada hora bajo la empresa

del cielo. Miro las huellas, el rabo
de las puntas azules en las nubes.
Calculo lo que me reflota al cabo

de cada día, ya que me sostuve
en mentiras de menos de centavo.
Así que baja todo lo que sube.

martes, 24 de marzo de 2009

serio como una papa


hay gente que gusta de ser tomada en serio
y no soporta saber que lo que dicen no son más que síntomas
de su profunda y humana necedad
esa gente se suele tener por gente importante
profesor cura médico papa o dios mismísimo
hasta poeta
y luego hay gente que gusta de burlarse de las autoridades
a las que les gusta ser respetadas
hay gente que hace muecas ante los atardeceres
gente con la que es imposible montar nada digno de ser tomado en serio
soy de esa clase de gente irrespetuosa por mucho que por fuera
se me vea la compostura
por dentro me descojono
tenlo por seguro

cuando te de el pésame cuando te felicite por el coche nuevo
cuando brinde cuando asienta serio como una papa
por dentro me estaré descojonando
al llegar al final de este poema con pinta de papa
¿de papa? ¿qué clase de papa?

La ilustración es un acrílico sobre lienzo de Leo Sagastuy titulado Papa Pepe,2008, 65X 54 cm.

lunes, 23 de marzo de 2009

viejo mago disecado


Arriba en el cielo hay una soga colgando de la nada
y un avión comienza a caer
sube ahora un ramo de flores como si fuese un cohete
y baja un pájaro a posarse en una nariz que sólo existe
en los sueños donde aparecen narices
Arriba sube lo de abajo y abajo baja lo de arriba
Por el momento no me he movido
estoy sentado en una placeta
con estanque
los peces ya están arriba y en el estanque
nadan los ángeles
por el momento yo ni he pestañeado
Como soy el mago más viejo del lugar nadie se extraña
de mi inmovilidad
La tarde se detiene en un momento de eternidad
como si la tarde y yo en ella fuésemos una foto
De repente lo de arriba vuelve arriba y lo de abajo cae de arriba
y cada cosa vuelve a ocupar su sitio
los peces en el estanque
los ángeles en el cielo
la cuerda en mi cuello
las narices en las pesadillas
Me levanto y miro la fotografía de la que me he escapado
en ella sigo y estoy fuera de ella
una cuerda se desanuda de mi cuello y sube al cielo
un avión comienza a caer con ese horror hermoso de lo que se precipita
la nariz se despega de mi rostro
para que un pájaro se columpie en ella
tengo esa mirada hipnótica que te quiere distraer
para poder ofrecerte prodigios que de otro modo
no sucederían
estoy disecado con las alas plegadas

Eating the sky, 1989, John Giorno.

domingo, 22 de marzo de 2009

poema en obras


estoy escribiendo mis poesías completas en unas semanas
sin inspiración y sin motivos para escribir pero lo estoy haciendo
porque forma parte de un proyecto en el que todos los días
escribo un poema más o menos
soy a pesar de este traje color amarillo plátano
un adulto responsable padre esposo hijo primo
con trabajo estable y alguna experiencia de la vida
me interesa que se entienda lo que digo hasta cuando calculo
la manera de decir algo para que no se me entienda
si me quedo absorto mirando una fotografía
más concretamente el color vinoso de una montaña
que si uno se fija bien es una ola inmóvil del mar
si me quedo absorto mirando la hermosura de la muerte
es porque a veces busco quedarme absorto mirando una enorme
ola como una montaña de ropa azul en el mar
estoy escribiendo mi muerte completa sin inspiración
pero con el pulso firme de quien sabe lo que está haciendo
aunque sólo sea mirar una fotografía con un traje de extravagancia
soy a pesar de este poema por el que me quiero redimir
un hombre con una tozudez absurda en un andamio

La fotografía es de Asako Narahashi

sábado, 21 de marzo de 2009

poema malo y pequeño pero poema

por qué seré yo tan reflexivo y tan poco jugador de polo
por qué
todo el mundo se hace una pregunta parecida a esa
o a esta
por qué seré tan impulsivo
el poema tiene varias trampas
pero la principal la más fácil a la que se sucumbe
es la de la belleza
no hay poema del que quiera huír con más ganas que del poema
que sea como una pieza perfecta de tecnología artística
prefiero el chascarrillo grosero en el poema
el gozne chirriante de mi idiotez
lo negro sucio antes que lo negro profundo
lo sucio en general antes que lo profundo
cada vez que oigo a alguien recitar me entran ganas de disparar
por qué me atormenta el espejo si no consigue reflejarme
por qué me importa tanto el dinero
por qué quiero seguir vivo más allá
un hombre no es más perro que un perro pero tampoco
se queda corto
el traje que ustedes me ven me lo hice yo mismo
con un poco de sana envidia y todo ese saco de mierda
en el que llevo mis buenos sentimientos
vivo en París soy bohemio quién te lo iba a decir
la vida dando tantas vueltas alrededor siempre
de la misma cosa

Actor


me siento como un actor en el papel de Hamlet antes de llegar al teatro
tomando un cerveza en un pub inglés
imaginaos que soy un actor inglés que lleva varios años representando Hamlet
y está distraído por sus pequeños asuntos intrascendentes
preocupaciones que nada tienen que ver con su diario ser o no ser de la escena
aunque en unas pocas horas tendrá una pesada corona de hierro encima

sé que tengo que conmoveros a través de la niebla
que mi corona real es de palabras
y que mis dudas suben hacia arriba como el humo

en estas cojo un taxi o me siento en un taburete
y un tío blande su espada de chorradas contra mi
pero cómo puede ser un ser humano tan imbécil
tan rematadamente imbécil el humano
y le sonrío como si en una acotación se dijese que mi personaje ha de sonreír

me siento filmado en una comedia y no pierdo el decoro en los callejones
oscuros
preparo mis frases antes de salir de casa camino del teatro
entro en un pub y me lo imagino todo muy inglés hasta a mi mismo
pero nada de eso existe en Elsinor
donde he de soportar una pesada corona de hierro y de palabras


La imagen que ilustra el poema se titula "For the love of God", de Damien Hirst.

jueves, 19 de marzo de 2009

como rastro miseria semilla demonio ortiga fantasía rubí

El poema está más cerca de la enfermedad que cualquier otra manifestación literaria
y a veces uno sólo siente necesidad de exponer su enfermedad
me miro en las uñas como si me mirase en los retrovisores del mar
me tiendo en las frases como si me tumbase en una playa del desdén
el poema que intenta tomarle a usted el pelo también es el poema
que se usa como cielo
como rastro
como miseria
como semilla
como demonio
como ortiga
como fantasía
como rubí
como pelo que se le ha tomado a usted
que es una persona sensible culta e hija de puta

A veces por melancolía


Himagina al ombre en su hodio
y en sus deseos de Hamar.

A veces por melancolía uno puede escribir como si sus frases fuesen pequeños rateros a la intemperie, dejando las ideas a medias, desmañadas y sucias. Esta idea no es mía, se la he robado a Teofrasto, que se la aplicaba a Heráclito. Yo le he dado ese aire cinematográfico.

A veces por melancolía uno se deja crecer las uñas, la barba y el pelo, y comienza uno a beber antes de la hora del Ángelus. Esta táctica está en la calle, para que pueda ser copiada por cualquiera.

A veces por melancolía uno no cierra el libro y se lo deja uno sobre el vientre, donde echa raices y le crecen ramas a las que vienen los pájaros a posarse.

A veces por melancolía uno no aparta la vista del televisor, sin saber qué es lo que sucede: dos aviones surgen del cielo para herir altas torres.

A veces por melancolía uno deja sonar el móvil, vibrando, parpadeando, emitiendo señales de alarma.

A veces por melancolía uno no deja de pensar en la melancolía del paisaje pixelado y descompuesto en sangrientas cuchillas.

Para mirar el mundo en su agónico interés-estrés
a veces uno himagina al ombre.

Misterio y melancolía de una calle, 1914, de Girogio de Chirico, es la imagen que ilustra.

miércoles, 18 de marzo de 2009

los nombres de las personas dichos en voz alta


los presocráticos han salido tanto en la poesía como invitados
como esas viejas glorias televisivas de antiguas series de éxito en otras nuevas
imagínate
Linda Gray (Sue Ellen en Dallas)
o Victoria Principal (Pamela Jean “Pam” Barnes Ewing)
recitando
En los mismos ríos nos bañamos y no nos bañamos somos y no somos
que con su sola mención ya tienes ganado a parte del auditorio
Decir
Heráclito
Parménides
Empédocles
es ya un poema sin hermetismos
Decir
Larry Hagman
Steve Kanaly
Charlene Tilton
Patrick Duffy
en lugar de dar una alineación futbolística
como si mi síndrome fuese el de Asperger
se trata de hacer listas de nombres de paises de estrellas del rock
de reinas de boxeadores de caballos de carreras famosos de santos
se trata de cantar retahílas de nombres para hacer que la muerte
pase de largo
Como los nombres de la Virgen
Sigue habiendo una lista de poetas importantes muy larga
que podría escribirse en un rollo de papel de cocina
y me llegan los clásicos en compañía
de aquellos que sólo figuran en páginas
de internet
Decir
Heráclito
Parménides
Empédocles
es lo único que me da un poco de seguridad
¿y a ti?

Y la explicación que os debo os la voy a dar


Supongo que algunos lectores de este blog estará asistiendo con algo de asombro a la deriva que está tomando. Durante algo más de un año se ha publicado un número considerable de entradas que consistía en relatos y series de relatos, agrupados bajo un mismo título, aparte de alguna entrevista, reseñas o epitafios promocionales de Mucha suerte. Pero de unas semanas acá me he lanzado a una piscina que las más de las veces está medio vacía, en la que no es del todo difícil romperse la crisma. La Poesía, o la poesía. En mayúscula o en minúscula. Bien, o mal. Pero es lo que hay. Por donde me ha dado. Además le he puesto un título Ahora sí que le he echado cara que no es demasiado afortunado poéticamente hasta que se traduce a muchas lenguas, vivas o muertas, y con eso ya tenemos un poema. No voy a cometer yo tal osadía, pido ayuda a quien sepa hacerlo.Y que sea un poema de todos. A lo largo de este año y pico (de golondrina) y de blog he visitado otros blogs literarios que me han ayudado indeciblemente a trabajar y a caminar por los inseguros caminos de la escritura. Muchos de ellos dedicados al cuento. He encontrado que entre los aficionados a este género hay una hermosa apuesta por darle su merecido, que no es una tunda de palos, sino un espacio digno al lado, de por ejemplo la novela, tan prestigiosa de por si, antes de demostrar nada. Eso está bien. Pero también he hallado que ciertos cuentistas se parapetan en el género. Personalmente el cuento me interesa hasta donde me interesa, más allá no. Esta perogrullada es un mal chiste, claro, para decir que me interesa la novela. Me refiero como escritor. Estoy escribiendo una novela de la que hace unos días di un anticipo, el inicio del capítulo 5, si no recuerdo mal. Quizás me hubiera gustado ir colgando la novela por capítulos, quizás me hubiese resultado interesante, pero no me he atrevido, porque no quería crear en los lectores unas expectaivas que por un motivo u otro, al ser un proyecto que se dilata en el tiempo, quedasen abortadas. Estoy en ello y espero que algún día (para mí algún día es un futuro relativamente próximo) el que tenga interés pueda leerla. Si en este tiempo que llevo escribiendo en diferentes formatos de internet he aprendido algo es a planear proyectos a mi alcance, con posibilidades reales de llegar a cumplir. Letra a letra. También me interesa la poesía. Mucho. Y casi con toda seguridad quizás yo sea un mal poeta, como quizás sea un mal cuentista o un mal novelista. No lo digo con dosis de coquetería. Lo digo con orgullo y soberbia. Es evidente que mi escritura no tiene demasiados lapsus estilísticos. Como casi cualquier escritura digna, trabajada, consciente. Lo que es más discutible es que mi escritura tenga interés desde un punto de vista artístico. Eso está por demostrar y soy yo el que tiene que hacerlo por medio de una apuesta a largo plazo. Me interesa ser un mal escritor antes que un buen escritor. De buenos escritores el mercado de abastos está lleno. A ver qué pasa con los malos escritores que tienen interés, con aquellos que escriben renglones torcidos. Aquellos que no le tienen demasiado respeto a las reglas. O que ponen sus propias reglas de juego. Esto. Esto no se hace de la noche al día, ni en un cuento ni en un poema ni en una novela. Y esto quizás no logre hacerlo. Y me quede en un buen escritor más. O en un mediocre escritor, que tampoco es moco de pavo. Puede que el truco para conseguirlo esté en agarrar del cuello el mundo real en el que vivo, el mundo que se esconde detrás de los simulacros, que como espejismos tengo delante desde que me levanto hasta que me acuesto. Pero no quiero extenderme en esta redacción sobre mis ilusiones y mis fantasías, vagas como las de una adolescente. Me pongo a trabajar. Y me da por la poesía. No le tengo ese respeto de muchos escritores a la poesía como género sublime, esencia y resumen, aspiración de todos los demás. Ni tampoco menosprecio o indiferencia. La poesía me interesa como otra impostura artística de la literatura, sin más, sin menos. No tengo en cuenta su tradicional valor como vehículo de los sentimientos personales. Mis sentimientos personales sólo tienen sentido y valor en mi ámbito personal. Desde un punto de vista artístico soy una impostura que se propone trabajar con los simulacros o apariencias de mi tiempo. Por eso Ahora sí que le he echado cara.

lunes, 16 de marzo de 2009

Fango es escribir



Ayer estuve leyendo en los márgenes blancos
de un libro
en las hojas sin escritura
y las letras del alfabeto en las otras páginas
me parecieron
huellas de pájaro en el fango

a través de los espejos
que se tragan las imágenes
los reflejos
en el fango

un bastón en una puerta
una omega en el reloj
un epitafio
una aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa pulsada

deja cualquier letra pulsada
hasta llenar la hoja
y mírate ahí

Ayer es hoy con yerba y yo
un abrigo de césped
una hoja de fango
la iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
de la empalizada
la oooooooooooooooooooooooooooo
de la multitud
la pppppppppppppppppppppppppppp
la rrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr
del muro
la zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz
del sueño

SignificadoSentido
Yo mismo me dije
no seas absurdo ni Burro
pulsa una tecla

La fotografía es de Zhang Huan

domingo, 15 de marzo de 2009

Poema de la sangre y de los ángeles y del poema




Sangre con pan y pan con sangre cuando sin quererlo
te has cortado el dedo mientras yo le daba vueltas
a una idea

Sangre con letras y letras con sangre para un refranero
de gente embrutecida por la sangre

Sangre y dolor
sangre y amor sangre y cirugía
sangre a toda velocidad dentro de ti
mientras le das vueltas a una idea

Ropa limpia y sangre limpia
cara sucia y sangre sucia
Sangre de hombre derramada por la sangre
de otro hombre derramada
que pide más sangre

Un lienzo de sangre negra y sangre para un ángel
que necesita sangre para dejar de serlo

Sangre y humor amor y sangre
y cirugía para los ángeles con la cara de sangre

Apestas a sangre apestas a negro apestas a animal
apestas

El tiempo se define por la sangre que circula dentro
del tiempo y los ángeles que dejan de serlo

En una hoja blanca una sola gota
la huella del hombre perseguido
lo que hacía innecesario el poema
o lo que es igual por lo que hay poema


La imagen es una obra de Cy Twombly titulada "Leda and the Swan", de 1963

sábado, 14 de marzo de 2009

199


Es mi edad en el misterio de la muerte
199 mi imagen en la imagen de quien se funde en negro
Es la claridad de los espejos hechos de madera
mírate en ese tronco 199 veces hasta que tu reflejo
se escape 199 veces

Un altar con 199 pistolas como luceros brillantes
para 199 bocas rojas como es rojo lo verde
y lo azul y lo blanco en el 199

Pide que la lombriz te reanime
que te haga respirar 199 años más de muerte

En una ola sin forma de ola
como la horma de una vida con forma de ola
199 olas persiguiéndose en un océno sin olas

La poesía se repite a sí misma 199 veces en un crepúsculo
199
da de si todo lo que tiene porque hay alguien que dice
que tiene que dar de si
lo que si no existiera sí sería 199 existencias vacías

199
199
199
la gente no vuela hasta que se pone y vuela
199


La foto es de Denis Darzaq, de la serie "La chute"

viernes, 13 de marzo de 2009

con AC/DC con Cernuda


Algunos poetas andan por ahí muy quemados
con vidas difíciles y complicadas tiene su crédito poético
la maldición

Cernuda era un tipo difícil pero sabía de lo que hablaba
de lo que escribía con rencor
En cierta ocasión fabricó un poema sobre Verlaine y Rimbaud
en el que criticaba la hipocresía social del gobierno
francés o inglés no lo sabía
que le puso una lápida a la casa donde los dos degenerados
vivieron unas semanas
Al acto inaugural asistieron sin duda embajador y
alcalde,
Todos aquellos que fueran enemigos de Verlaine y
Rimbaud cuando vivían.

El poema se titula BIRDS IN THE NIGHT
y es fácil de encontrar
yo lo leí mucho de mozo cuando en mi provincia
creía que era otro Rimbaud
luego no sé qué pasó pasaron cosas
y sobre todo se sucedieron días
y uno de ellos comencé a escuchar a AC/DC
estuve escuchándolos mucho tiempo
Volvieron a pasar días y cosas
(este es el argumento de casi todas las historias)
hasta que a los AC/DC
les pusieron una calle en Leganés
y ellos vinieron a descubrir la placa
y a hacerse unas fotos con el alcalde
no sé si habría embajador
Agnus le puso los cuernos al alcalde
salió en todos los periódicos
y eso me hizo pensar que quizás Verlaine y Rimbaud
también se lo podrían haber tomado con humor
incluso que Cernuda se lo podría haber tomado de otra forma
sin haber querido que la humanidad tuviese una sola cabeza
para cortársela o que fuese una cucaracha para aplastarla

Pero quizás fueron otros tiempos
difíciles para el humor
Algunos poetas andan por ahí muy quemados
con vidas difíciles y complicadas tiene su crédito
poético hoy día casi todo
pero unas cosas menos que otras
el humor poco
aunque se diga lo contrario y todo el mundo
le de mucha importancia al humor
cuando llega la hora de la verdad
suele olvidarse

jueves, 12 de marzo de 2009

REVOLUCIÓN


el repugnante hombre de azúcar demostró tener escasa inteligencia (o nula) cuando desplegó sus alas de tiempo y celofán y voló hasta el spot televisivo con el que Youtube os ayudará si buscáis Kas año 1990
Kas naranja tu mundo es joven playa surf chicas
limón Kas la noche es joven
me pregunto como fabuloso hombre agridulce que soy qué es lo que ha pasado en este tiempo qué ha sido de Kas y si es que quedó solo como reserva para los veladores suburbiales
Kas se fue a los márgenes de la Historia aunque si uno lo piensa bien apoyado en un subfusil Kas siempre fue de feriantes como los pinchitos morunos
me pregunto con cierta inquietud adónde fue a parar toda aquella apuesta de emociones del spot
el repugnante hombre de azúcar era un tipo con el que resultaba fácil y emocionante identificarse
ahora prefiere una Fanta en una mano
pero la esperanza es lo último que se pierde
en él queda un rinconcito en el que se guarda el deseo
por el que está traído aquí como héroe
Sueña con mandar al Olvido la Fanta que bebe
con un poco de suerte y conspira
hay orquestada una revuelta para que Kas
vuelva a nuestras vidas

miércoles, 11 de marzo de 2009

Besos y mordiscos


Vivamos amada Áspera y amémonos
como los viejos ya no saben perdidos
en dispersar rumores por el mundo
que a nosotros ya no nos atañen

Noches y copas y nosotros envueltos en humo
sudorosos y lejos de todo
Días y gafas de sol y playa en la hamaca
lejos de todo

Dame mordiscos en las piernas y besos en la nuca
dame golpes y saliva

Cuando la policía abra la puerta del motel
que salten los perros de nuestra lujuria y se escapen
rabiosos
la policía de los viejos envidiosos

Luces de frente y un parachoques con medio pellejo de perro

Vivamos vivamos y amémonos hasta que toque morir

martes, 10 de marzo de 2009

Una poética






No escribo mis poemas a mano en el velador de un café
ni insomne en la madrugada de los adolescentes locos

Entro en mi blog y los tecleo directamente como una nueva entrada
Esta forma de escribir poesía le parecerá a algunos
que no es ni escribir ni poesía
Pero a mí me la trae al fresco

No le doy cuentas a nadie

A veces tardo más y otras menos
Mas tened por seguro que no me voy a tirar con un poema varios años
A veces los he publicado con erratas
A veces me gusta repetir a veces hasta la saciedad
y hacerlo parte de un poema a veces

Escribir poesía está tirado
Sólo es necesario haber comprado un montón de libros de poesía
o haberlos robado
Sin necesariamente haberlos leído se pone uno uno al lado
y coje una palabra de aquí otra de allí y las empieza a combinar
Son muy poéticas las siguientes palabras
manos pájaros jardín muro sombra
ojos y frases en las que se hable de la luz
Últimamente tienen gancho las marcas
Nike McDonalds Pepsi Tarantino
Así el que no es poeta es porque no quiere

Para ser un buen poeta
A todos papá nos dijo en lo tuyo intenta ser bueno si no puedes ser el mejor
Para ser el mejor poeta hoy por fin ya no es necesario
sino arrastrar de la poesía hacia bajo
a la calle como hacen los chicos que no aprobaron la ESO
o Armando Alanís Pulido con su proyecto Acción Poética
allá en México por Monterrey



Las fotografías son de la mencionada Acción Poética de Armando Alanís.

domingo, 8 de marzo de 2009

El color blanco

Esta casa es blanca
y esta sombra es blanca
y esta página es blanca
y este silencio

Son errores blancos no como la luz
sino como la leche de la ceguera
laguna blanca donde la luna no puede reflejarse
Un bosque blanco por negro

Qué raro es el color blanco, al vacío de la página
se le llama blanco
Y el blanco así puesto y repetido
será como un símbolo

Blancas cabelleras de viejos blancos
blancas vidas de bebés blancos
Blancas amenazas a los jóvenes siniestros

Mírame a los ojos y en lo blanco podrás
encontrar tu fin
Y mi fin blanco

¿Qué día volverá a brillar el sol sin esa blancura?
El mal extendido por toda la tierra bajo el color blanco




Barceló en su taller de París, Foto de Jean Marie del Moral

viernes, 6 de marzo de 2009

Quién soy yo quién


Decidí pasar el resto de mi vida en aquel traje
y no busqué ninguna mudanza
por los caminos del Señor

Me tatué dos calaveras en el pecho

Quién soy yo Quién soy yo
Quién soy yo
Lo que es seguro es que usted no es un poeta
Pero entonces no sé quién soy yo

Una calavera se sumergió en mi carne
como un pez en las profundidades de lo divino
la otra dijo
Eres la pregunta el pasmo el desacierto

Y de repente decidí lo contrario
por sílabas pisadas plumas corrientes
Estoy sin blanca a las puertas del cielo
mi angustia mi terror no es no poder entrar
sino no poder pagar la entrada

Pero como se suele decir a lo hecho
no me moví de mi fila armónica
San Pedro me miró de arriba abajo
y me hizo una señal para que pasara

Las copas valían un ojo de la cara
pero por mi cara que alguien me las iba a pagar


Fotografía: Mapplethorpe, self-portrait

jueves, 5 de marzo de 2009

Al hombre de las poesías



Fotografías de guerreros talibanes recogidas y publicadas por el fotógrafo Thomas Dworzak

Amenazo a la Poesía
con más poesías y levanto las cejas
cuando oigo palabras lamidas
relamidas y vueltas a lamer

No hay mucho que hacer ya
sino es adornarse como un talibán
y prepararse para decapitar
a las imágenes

Al hombre hombredebarro
que mira la pantalla
por la que el mundo le entra
líquido cristalino y puro

En los cementerios viejas flores
de plástico en los quirófanos
brillante instrumental
en el cielo nubes digitales

Levanto las cejas eso es todo
las levanto imitando a un androide

Al muñón del hombre que amenaza a la Poesía
vendiendo ramitos de poesías
a ese le hago un lado aquí
un sitio en esta urna con cenizas

martes, 3 de marzo de 2009

Adelanto

Pongo aquí el fragmento inicial del capítulo 5 de la novela que estoy escribiendo, cuyo título no doy todavía, porque es demasiado pronto.

Este capítulo podría empezar de distintas formas. Podría decidir una de ellas o no. Lo normal es que eligiese una. Pero la vida es extraña. No hace falta ser vieja para saberlo. Ni siquiera tener lagunas mentales. Podría ser un sueño. Un sueño en el que me veo a mí misma en camisón. Qué fácil es que si hay vieja, haya camisón. Estoy sentada al borde de la cama y me miro las manos. Eso es todo. Me miro las manos en un sueño. Son mis manos. Lo normal en una vieja: manchas, pecas, artritis. Al mirarme las manos no pienso en nada. Contemplo las venas abultadas bajo la piel, las escamas de la piel seca. Me miro las manos tanto tiempo como dura el sueño. No ocurre nada más. Podría empezar así, pero los sueños son el recurso de los escritores mediocres, me da por pensar. Así que lo he contado.
Otra manera de arrancar podría ser consultando en Internet. Quiero saber cómo se solicitan esas becas que ofertan las universidades o distintas instituciones para la escritura de un libro. No por vieja he de tener menos derecho, pienso. Aunque lo olvido pronto.
Me siento a escribir sin releer lo escrito, habiéndolo olvidado. No voy a decir que por completo, pero casi. Pienso, y no sé si una sola vez, o es un pensamiento recurrente, que si hubiese empezado a escribir cuando era joven, me hubiera inclinado por planteamientos antiburgueses, revolucionarios. Pero no tengo seguridad de ello, claro.
Querida profe voy a buscar tu nombre en el posit correspondiente. Quiero saber el nombre de a quien me dirigiré a lo largo de todo este capítulo. Ya he dado con él. Querida Cristina. No sé por donde empezar, así que lo haré por varios lugares. En primer lugar por un sueño que he tenido. He soñado que estaba en mi cama sentada (me veía en camisón) y me miraba las manos. Aunque te pregunto si este procedimiento de recurrir a los sueños es legítimo. El sueño, te diré, es inventado. Es decir, como no sueño, o por lo menos no recuerdo lo que sueño, me he inventado este para empezar el capítulo. Si tu me lo desaconsejases lo quitaría de aquí, pero ten en cuenta que en su lugar no colocaría otra cosa, dejaría en blanco esta primera página de este capítulo. La que podría corresponderle al sueño. Es así como me siento a veces, como un novela con hojas en blanco, o con hojas en las que se dice que es real lo que tan sólo ha sido inventado por mí misma. Además, por supuesto, de aquellos párrafos en los que se cuenta lo que otros han imaginado que me correspondería como historia. Querida profe Cristina lo que me ocurre es que a estas alturas dudo de mí misma. No sé si tengo existencia más allá de la novela. Hasta ayer creía que sí. Leí tu comentario al capítulo anterior y me pareció que tus palabras dirigidas a mí, a Eulogia, y que tu beso de despedida me proporcionaban esos límites de lo que existe. Pero esta mañana ya fue todo distinto, me sentí rara desde el desayuno. Palmira me llamó diciendo que se encontraba enferma y que no vendría. Al colgar el teléfono después de tranquilizarla me sentí deprimida de repente. La soledad de la casa se fue adueñando de mi soledad interior hasta someterla. No estoy acostumbrada a escribir en silencio, en soledad. Me sobrecogí con un llanto estéril, que no me venía de ninguna amargura concreta, de ninguna desgracia propia, y mira que las tengo, las unas y las otras, pero estaba vacía, sin saber por qué lloraba, así que inventé lo del sueño, en el que me miro las manos; en él no lloro, pero expresa sin lágrimas lo que en la vigilia quería decir ese llanto. Es algo acerca del vacío que me sobrecoge. Si dejase una hoja en blanco tendría que explicar el motivo. Y el motivo es precisamente ese. Que estoy llena de huecos en la memoria, pero también en el alma.
He iniciado en internet una búsqueda sobre becas para la escritura de una novela varias veces, las mismas que esa búsqueda ha sido abandonada.

lunes, 2 de marzo de 2009

El viaje



Qué cara más dura y que suerte tuve
con la poesía Porque me empezaron a salir
poemas así
así de malos diréis
¿Y?

He estado de viaje
Un largo periplo
por las esquinas de un mapa desgastado
Es muy difícil sentirse de viaje
en lo que uno logra viajar

Los escenarios se han acartonado bajo
la luminosidad celeste

He averiguado algunas cosas estando de viaje
por ejemplo que me puedo inventar los viajes
después de haber viajado

La poesía experimenta con los que viajan
Les pone al alcance signos de interrogación
si miran las nubes

No es que no haya que darse prisa en regresar
como aconsejaba Kavafis e ilustró Odiseo
Es que en el viaje hay que estar atento a todo
cuanto no es del viaje

Por eso quizás os parezca que tengo muchísima cara
y podréis admitir que también suerte
si os digo que he estado una semana inmóvil
pero viajando

Las nubes no dejaron de ponerme interrogaciones de sombrero
Ni una despejé
Allí siguen
para todo el que quiera viajar a aquel lugar
y sepa ver que el decorado del viaje no es
lo que importa


La fotografía es de Garry Winogrand