viernes, 11 de diciembre de 2009

Regalo mi biblioteca


Manolo Valdés, Biblioteca

Tengo gordísimos libros de poesía que hablan de la vida y
del tiempo a 20 euros el tomo
Me he pasado horas mirando en sus huellas blancas
en las oquedades de sus voces
para oír los cantos de las sirenas
que me estaban esperando fuera de sus páginas
Sus autores no son sino truhanes emplumados ya
de sus propias palabras
Hace 25 años me gasté en ellos el dinero que no tenía
esa es la única lección que aprendí
pero no de ellos sino de mí mismo
la necesidad de una elegancia superflua
No quiero que los hereden mis hijos
no quiero vivir entre las ruinas de ninguna inteligencia
No os los cobraría
sólo tendríais que venir a recogerlos

1 comentario:

Joselu dijo...

Es extraña la relación que cada uno establece con sus libros. Se los ama, se los cuida, los ves envejecer y amarillear, pero no te atreves a deshacerte de ellos. Forman parte de tu paisaje personal. Sin embargo, a veces, como Manolo Valdés, se siente el deseo de abandonarlos, de darlos, de alejarse de ellos. No podría ir a recogérselos. En mi casa ya no caben ya tampoco más libros. Hermoso relato.