lunes, 9 de agosto de 2010

Más dura será la caída



La foto es de Denis Darzacq


Ayer me precipité accidentalmente al vacío desde el último piso de un edificio. Sigo cayendo hacia abajo. Al principio me asusté, me pasó la película de la vida por delante, como se suele decir. Pasados unos segundos y viendo que no me había estrellado contra el asfalto respiré hondo, lo cual también es un decir, porque ya me había asfixiado. Ver que uno cae al abismo sólo es soportable en un estado como ese o similar, churruscado por las llamas, se me ocurre. Tuve la mala pata de pisar una monda de plátano y patinar sin freno hasta el borde de la terraza, o bien fue al sacudir un plumero con el que no sé muy bien si había estado quitando el polvo o acariciandome las tetillas. Coño, para ir a toda hostia hacia el suelo desde hace más de un día, bastantes razones estoy dando con una mínima coherencia. Sé que es cuestión de tiempo espachurrarme, quedar desintegrado. Mis amigos se han reunido en la acera en torno a un colchón de aire que los bomberos han puesto para amortiguar el golpe. Mi novia tiene dudas. No las va a tener. Las tengo hasta yo. No sabe si he saltado voluntariamente. Es la morena que hay al lado de mi mejor amigo, que le ha echado el brazo por el hombro. Mi madre me está regañando, pero no desde abajo, sino desde el cielo. Murió en un mal salto de esquí cuando yo era un crío. Mi padre siempre ha sido no sé si más tolerante o más indiferente, hállase tomando una caña mientras espera. Ayer empezó una nueva etapa para mí, la caída. He de reconocer que toda mi vida anterior no había sido sino la preparación de lo que estoy viviendo, o como se pueda decir, vivimuriendo, verbi gratia. Caigo con una tremenda erección que haría las delicias de una mujer golosa. Caigo y, maldita sea mi estampa, no puedo echarme un cigarrillo. Por varias razones, siendo la principal, y la única insalvable, que no cogí la cajetilla antes de caer. Mientras caigo me digo que podría hacer algo para no morir (qué risa) de aburrimiento en tan prolongada caída. Empiezo a pensar en que estoy cayendo y, o bien el viento me abre la mueca o bien soy yo voluntariamente, me río como si fuesen a hacerme una foto.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Graciosa foto.
Y mira que irte sin tabaco...

Knob. Rec. dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=rWjhxnVcmgg


Buen Blog...

Anónimo dijo...

jajaaj, está muy bien el final.
Besos