martes, 2 de abril de 2013
La elección de Elena Casero
Los tres primeros textos son de Elena Casero y los tres siguientes son su elección de micros clásicos.
Elena Casero es autora de varias novelas y un libro de relatos.
1. Esto es un hecho real. Uno de mis recuerdos infantiles. En situaciones semejantes, solemos preguntarnos quién es el culpable de llegar a estos momentos.
SCSSSSHSS.
SSsschss. Un latigazo rasga el silencio. Un cuerpo encogido sobre sí mismo esquiva el primer golpe. La mano masculina hace silbar de nuevo la correa en el aire, cayendo sobre la espalda del chaval que se revuelve irritado. Detrás, unas manos impotentes intentan contener al hombre. En la cara de ella se refleja el sufrimiento y el miedo. El hombre grita algo y ella se aparta asustada. Él, con el cinto en la mano, masculla unas palabras rencorosas. El chaval, desafiante, se encierra en su habitación. Ella regresa a la cocina, donde sus lágrimas aliñarán la carne de la cena.
2. Quizás, uno de los más grandes defectos del ser humano es la hipocresía. Una situación que, desgraciadamente, vemos muy a menudo.
EL PAÑUELO DE HILO
Algunos lloran, sobre todo las señoras de buen corazón que se arrebujan en sus abrigos de pieles, tiritando de tristeza y enjugándose unas lagrimillas mientras observan la escena del mendigo destripado en medio de la calle, reteniendo el tráfico que lo rodea, atropellado frente a la puerta de la iglesia, protegido por un chucho desgreñado que no para de aullar.
Tapándose la boca con un pañuelito de hilo dice una: — ¡Qué lástima! Alguien debería llamar a la perrera.
3. Es un relato triste y algo cruel, pero podría resultar verídico en algunas ocasiones. Hay quienes abandonan a los mayores en las gasolineras, o en los pasos de cebra.
EL JUEGO DEL VERANO
Mamá se ha inventado un juego muy divertido. Vamos con el coche hasta una urbanización, a las afueras de la ciudad. Llamamos al timbre de la puerta de un edificio grande, rodeado de naranjos, con muchas ventanas donde siempre da el sol y un jardín con bonitos bancos de madera y un césped muy verde. Nos abre una señora vestida de blanco. Es guapa, aunque tiene sonrisa de plástico. Mi madre le da la bolsa y ella, sin dejar de sonreír, se la cuelga al hombro y empuja la silla. Y antes de que el abuelo despierte, echamos a correr.
Microrrelatos clásicos escogidos por Elena Casero:
1. Algo de fantasía para despertar la imaginación.
EL SUEÑO
Luis Mateo Díez
Soñé que un niño me comía. Desperté sobresaltado. Mi madre me estaba lamiendo. El rabo todavía me tembló durante un rato.
2. Un cuento algo cruel sobre una situación que parece intemporal.
SOY MAESTRO
Max Aub
Soy maestro. Hace diez años que soy maestro de la Escuela Primaria de Tenancingo, Zac. Han pasado muchos niños por los pupitres de mi escuela. Creo que soy un buen maestro, Lo creía hasta que salió aquel Panchito Contreras. No me hacía ningún caso, ni aprendía absolutamente nada: porque no quería. Ninguno de los castigos surtía efecto. Ni los morales, ni los corporales. Me miraba, insolente. Le rogué, le pegué. No hubo modo. Los demás niños empezaron a burlarse de mí. Perdí toda autoridad, el sueño, el apetito, hasta que un día ya no lo pude aguantar, y, para que sirviera de precedente, lo colgué del árbol del patio.
3.Un relato sobre la desmemoria, y la pérdida de identidad.
DE LIBROS Y DE ROSAS
José María Merino
“En los pétalos de los libros y en las páginas de las rosas estuvieron escritas las mejores historias que el ser humano pudo imaginar”, pensó, cuando ya ni los libros, ni las rosas, existían.
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