lunes, 10 de diciembre de 2012

Dieta







El hombre trinchó a la mujer como si fuera un pavo. Puso los trozos sobre los platos y los comensales, pensando que se comían un pavo, se jalaron a la piba. Preguntados mucho después si nada les extrañó, dijeron que todo les pareció excelente, desde la mantelería al vino. Cuando se les comunicó que habían practicado el canibalismo, algunos de ellos sintieron arcadas, como es lógico. Otros no volvieron a comer carne en su vida. El hombre fue condenado a veinte años de cárcel. A veces la comida traía una pera de postre. El hombre, que tenía tendencia a ensimismarse, mordía la pera como si para sobrevivir tuviese que comerse una rata.


La fotografía es de Larry Sultan

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