sábado, 11 de octubre de 2008

Wor(L)d zapping



Con un plano de busto parlante el presentador de las noticias, a todas luces un actor disfrazado, sin que se le mueva una sola ceja, después de que suene la sintonía, da las buenas tardes y mirándote a los ojos dice lo que sigue:
-El escritor de quien os estoy hablando no se entregará a la escritura por considerarse maduro, sino precisamente por conocer su inmadurez y saber que todavía no se ha hecho dueño de la forma, que es alguien que se está encaramando, pero que de momento no ha alcanzado la cumbre, alguien que está en el proceso de hacerse a sí mismo, pero que aún no se ha hecho. Y si ocurre que ha escrito una obra chapucera y desmañada, dirá: “¡Perfecto! He escrito una bobada, pero lo cierto es que no firmé con nadie un contrato para suministrar sólo obras sabias y perfectas. He puesto en evidencia mi simpleza y me alegro de ello, porque la mala fe y la severidad humanas que he desencadenado me plasman y me labran recreándome en cierta manera, y así vuelvo a nacer por segunda vez.
Hace una pausa y añade:
-Veamos unos imágenes.
Las imágenes son erróneas, se refieren a una intervención policial contra las mafias que falsifican ropa de marca.
-Lamentamos el error, ahora parece que sí, tenemos las imágenes de Witold Gombrowicz.
Pero de nuevo hay un fallo. Ahora sigue un reportaje sobre falsificaciones e imitaciones. Unas zapatillas Nike al lado de unas Hike. Unas Salidas al lado de unas Adidas. Los reporteros se acercan a una tienda, que según los rótulos está en Aguadulce, Almería, para entrevistar a un sonriente propietario. El escaparate luce el logotipo D&B. Entre paréntesis: Dolce&Banana.
De nuevo en el estudio, el actor del telediario muestra su cabreo con los técnicos.
-No me jodáis, no me jodáis, no me jodáis.
Y tú, durante esos minutos, con tu lata de bebida isotónica en el aire, paralizado.


La actriz está caracterizada como Sofía Loren: un rostro hermoso, en primer plano, con ciertas huellas del tiempo que no son las que otorga la naturaleza. Saca un cigarrillo y alguien le ofrece fuego, exhala el humo, sonríe y te dice:
-Este es un trabajo que refuerza la personalidad. Todo lo que necesito lo he aprendido trabajando en la calle. No me lo ha enseñado mi madre: mi madre ha sido una madre solícita, mi padre también, pero la vida que me ha hecho aprender a vivir de verdad la he aprendido en la calle...Si estás bien contigo misma puedes estar bien con los demás, si quieres que te amen antes tienes que aprender a amar, y todo esto yo lo he aprendido trabajando en la calle. Hay una cosa rarísima que no te he dicho: si tú vas gratis con un hombre, ése no volverá nunca contigo y ¿sabes por qué? Porque le gusta pagar. Cuando pagan se sienten dueños: se sienten dueños en su cabeza, dueños de tener auténtico poder y de hacer lo que quieren. Sienten que tú eres un objeto de su propiedad...¡el trabajo que cuesta explicarles a esos clientes que eso no es verdad!
El plano se abre hasta que muestra a la imitadora de Sofía Loren de medio plano. Sacude la ceniza y vuelve a aspirar una calada. El plano se sigue abriendo hasta mostrar a otras actrices disfrazadas de monjas, tal como va vestida la que hace de Sofía Loren. A su lado derecho una actriz está caracterizada como Susan Sarandon vestida de monja. Y al izquierdo la monja es Clarice Lispector, que es quien con diferencia mejor fuma.
Por tu parte también te animas a fumar, pero cuando echas mano a la cajetilla caes en la cuenta de que llevas dos años y medio sin llevarte un cigarrillo a los labios:
-A tomar por culo, dices, y te llevas el humo allí adentro, tan al fondo como puedes, a ese lugar al que nadie nunca, excepto la nicotina y el alquitrán, han llegado.


La chica tiene una inquietante imagen próxima a la anorexia. Es difícil entender lo que dice:
-Me propuse copiar de mi puño y letra todas y cada una de sus obras, comenzando por la primera y hasta la última. De.....(inaudible) apenas se conservan manuscritos.
Hay un salto de racord:
-...me sentí la mar de orgullosa con mi ocurrencia, que también requería la paciencia como máxima virtud. He aquí mi mejor aportación....(inaudible) la realización del manuscrito de sus obras completas.
La chica le pregunta al reportero:
-¿Me puedo marchar ya?
Y tú le vuelves a dar al zapping.


Después de un repaso por varios canales de porno con reclamo para que llames a una serie de números de teléfono, das con un tipo al que la sonrisa le va de una oreja hasta la otra. Habla arrastrando las palabras con suavidad, mirándote como si fueses alguien con quien merece la pena conectar:
-Los visionarios siempre se equivocan. Nadie supo prever el éxito de los SMS. ¿Quién podía imaginarse que la gente se enviaría complicados mensajes de texto en vez de llamar directamente? En pleno siglo XXI, la radio se escucha cada vez más. ¿No es maravilloso? El ser humano es imprevisble.
Y antes de que pueda seguir aprietas el mando con una urgencia por una imagen porno que viste hace dos minutos. Te suenan las caras de los actores y quieres identificarlos.


Delante del mapa del tiempo, la mujer del tiempo está desnuda con la mayor naturalidad posible. Hace aspavientos con las manos para señalar los distintos puntos por los que va a ir pasando la borrasca, pero lo que dice es:
-Estos relatos son pura ficción. Algunos de ellos proyectan los nombres de figuras públicas “reales” en unos personajes inventados y en situaciones inventadas. Cuando en esta obra se utilizan los nombres de empresas, de medios de comunicación o de políticos, con ellos sólo se quiere denotar personajes, imágenes, la materia de los sueños colectivos; no denotan ni pretenden dar una información privada de personas existentes, en carne y hueso, ni vivas ni muertas, o nada que se le parezca.
Sabes que conoces ese rostro, pero la desnudez de su cuerpo te desconcierta. Cuando por fin la reconoces piensas que quizás has cargado en exceso el porro que te estás fumando.
-Es...es...No puede ser, es... mi madre, joooder.


Eres tú mismo en la pantalla de la televisión, llevas una camiseta con la imagen de Jesucristo. Alguien te sujeta con un collar de perro, estás muy nervioso, intentas evitar el ceceo, pero sabes que es imposible. Lees de un papel:
-Muy de mañana, el 8 de Abril de 1994, al norte de la ciudad de Seattle, en un chalet con vistas al lago de Washington, dentro del invernadero, que estaba encima del garaje, fue hallado el cadáver de un hombre joven, que se había volado la parte izquierda de la cabeza, todavía no sé muy bien si con una pistola o con una escopeta. Yacía enmedio de un enorme charco de sangre, oscura y espesa, esperando que alguien diese con él desde hacía tres días. En el regazo, sobre el estómago parecía acunar el arma, no sé si pistola o escopeta. De un lado les presento a Kurt Cobain, del otro, al electricista que lo descubrió. Lleva las botas llenas de barro y ha llegado hasta aquí con la laboriosa intención de instalar un nuevo sistema de seguridad para la detección del movimiento.
Estás sudando. Nada de lo que has dicho servirá para que te libres de tu merecido, así que empiezas a gimotear.


El actor hace de chico de la calle. El chico de la calle pone cara de asco:
-¿Cuando erais pequeños vuestra madre compraba botellas de dos litros de Coca-Cola para tu hermano y para tí? Pues este Aquarius sabe como ese poquito que quedaba al final de la botella y que agitabas para quitarle el poco gas que le quedaba. Lo probé ayer en el Carrefour, porque lo ofrecían gratis dos chicas muy majas-vamos, que estaban buenísimas las chavalas. En realidad, creo que les hice un favor acercándome al stand, porque parecían bastante aburridas. Después de que les diese mi más sincera opinión sobre el producto, una de ellas, la morena, porque Dios es bueno y a una la hizo rubia y a la otra morena, me confesó que no le gustaba el “nuevo” sabor y que prefería el de limón. Yo le dije que a mí me iba el de naranja, pero que el estropicio que habían hecho metiendo un sucedáneo de Coca-Cola en latas de Aquarius no lo arreglaba nadie.
En ese instante el chasquido de apertura de la lata, por donde se escapa una bocanada de gas, en medio de la nada, te hace compañía. De Coca-Cola, por supuesto.


El actor está disfrazado de Benicio del Toro en su papel del Ché. Con ojos blandos y acariciadores te mira con cercanía y te dice:
-Hola, Ana, ¿sabés? Te entiendo muy bien. Yo paso por algo muy parecido, unos pelitos muy feos comenzaron a salir en mi cuello y barbilla. Aunque los elimino siempre al tacto, se nota mucho. Me da mucha vergüenza relacionarme a diario, vivir con gente donde hay luz, o en lugares en que se nota mucho más. Y con lo que es la pareja...Ufff. Sufrí mucho, porque es obvio que da vergüenza que te vean o sientan de esa manera. Lamentablemente es una enfermedad, pero no te deprimas, esto tiene remedio. A largo plazo, pero lo tiene. Como mínimo tres meses, ya que el ciclo del pelito es de 90 días. Tienes que tratarlo con una endocrinóloga, la cual te recetará anticonceptivas que te bajarán la cantidad de esas hormonas que son más masculinas y te producen esos ataitos. Pucha, si querés hablar conmigo, yo feliz, en serio.
Así que descuelgas el teléfono y marcas el número que aparece en pantalla.


Este texto tiene la desvergüenza de apropiarse, sin citarlas entrecomilladas, de palabras que no han salido del talento de su autor, sino de otros mejores que él, como son las que pertenecen a las siguientes obras:
Ferdydurke, de Witold Gombrowicz. Círculo de Lectores, Barcelona, 2003.
Trabajador@s del sexo. Derechos, migraciones y tráfico en el siglo XXI, edicions bellaterra, Barcelona 2004, cuando cita el libro de Carla Corso y Sandra Landi Quanto vuoi?
Soy una caja, de Natalia Carrero, Editorial Caballo de Troya, Madrid, 2008.
Campaña publicitaria de Aquarius.
Advertencia inicial en La niña del pelo raro, de David Foster Wallace, Debols!llo, Barcelona, 2003.
Opinión de un internauta sobre la campaña publicitaria de Aquarius “Me lo prometiste”.
Comentario de un internauta en un foro sobre cuestiones dermatológicas.
A cada uno lo que es de cada uno.

7 comentarios:

El Doctor dijo...

Lo que acabo de leer es un cruce entre la obra de P.K.Dick y el Neuromante de Gibson.Ya no sabemos dónde estamos ni que es real ni que es ficticio.
Mencionas a dos escritores que puede darnos las claves de tu divertido post:Gombrowicz y su Ferydurke;el mundo infantilizado y absurdo,y,el recién fallecido David Foster Wallace;el mundo como una mierda.

Un fuerte abrazo.

Luis Recuenco dijo...

De algo hay que nutrirse, y lo suyo es reconocerlo.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Cómo que el mundo como una mierda, Francisco!
Si el mundo es una maravilla. Eso os pasa por leer cosas raras ;)

Antonio, estoy esperando que me llegue tu libro de un día a otro. Hace poco que tengo el blog, y lo más divertido e interesante que he encontrado hasta ahora es comprarme libros de los blogueros (esta palabra es feísima).
Bueno, y leer las idas y venidas de Francisco, que tiene un lenguaje de lujo.

Besos

Lansky dijo...

Uff, hombre de barro, cómo te has quedado conmigo: iba leyendo, primero fascinado, luego crecientemente cabreado contigo, hasta llegar al último párrafo en que descubres que el plagio era homenaje, y me reconcilio contigo, te agradezco y te reconozco.

Y no Mita, hay que leer a los raros, a los extraños a los Gombrowitz,porque también ellos confirman nuestros prejuicios, sean estos optimistas, como lo son ahora los tuyos (y con razón) o lo contrario

Carlos Frontera dijo...

Curioso e ingenioso este ejercicio de zapping, que no sé bien adónde lleva pero me ha entretenido; aún ando pensando si oculta una intención que he sido incapaz de vislumbrar (¿el zapping como la descripción de algo?).

En cualquier caso, te felicito por la ocurrencia y por la ejecución.

Saludos.

hombredebarro dijo...

Pues que te voy a decir, Francisco Machuca, que si de una quiniela se hubiese tratado tendrías los 14 resultados. Así da gusto.

Luis, estoy de acuerdo, hay que reconocerlo.

Mita, gracias por interesarte por él, espero que te compense el gasto por la compra y el tiempo de su lectura. El siguiente post va dedicado a los últimos compradores.
En cuanto a la vida maravillosa o una mierda, quizás sea una maravillosa mierda. Alguien me recuerda el inicio de Annie Hall, que viene a ser un chiste que dice algo parecido a que en un hotel se encuentran dos amigas.Una le dice a la otra :
-En este hotel la comida es terriblemente mala.
la otra le replica:
-Sí y además las raciones son tan pequeñas.
Eso es lo que pienso yo de la vida, dice Woody Allen,la vida está llena de dolor y miseria,pero ¡es tan corta!

Lansky, me alegro de haberte subido a ese tiovivo de emociones.

Viajero,no hay ninguna intención oculta, al menos de la que yo sea consciente. Sólo es una exposición viciada, o viciosa.

Un saludo a todos.

Fernando García Pañeda dijo...

Estaba sudando mientras lo leía. Pensaba: ¿seré el único que se da cuenta de lo que escribe?
Menos mal que ahas al final lo has aclarado todo.