jueves, 12 de enero de 2012

Entrevista a Alberto Olmos, 1



La fotografía de Olmos está hecha por Asís G. Ayerbe

Alberto Olmos (Segovia, 1975), que mantiene en la red el blog Hikikomori y con el alias de Juan Mal-herido Lector-malherido, ha publicado los siguientes libros:

* A bordo del naufragio (Editorial Anagrama,1998). Finalista del Premio Herralde.
* Así de loco te puedes volver (Tertulia de los martes, Caja de Ahorros de Segovia, 1999).
* Trenes hacia Tokio (Lengua de Trapo, 2006)
* El talento de los demás (Lengua de Trapo, 2007).
* Tatami - 畳 (Lengua de Trapo, 2008).
* El estatus (Lengua de Trapo, 2009).
* Ejército enemigo (Literatura Mondadori, 2011).


-¿Cómo te ganas la vida y en qué contribuye a ello tu actividad de escritor?

[me abstengo]

- ¿Has calculado alguna vez la cantidad de lectores con los que cuentas? Si es así en qué has basado esos cálculos.

En la Wikipedia. Dice que hay 500 millones de hispanohablantes en el mundo. Parto de ese mínimo cuando escribo. Si uno no escribiera pensando que el resultado puede ser compartido con, pongamos, “el género humano”, ¿para qué escribe? No he hecho nunca cálculos de mis lectores reales. El único documento que indica este dato son las liquidaciones que le envían a uno las editoriales a mediados de marzo, normalmente tras solicitárselas desde mediados de enero. Apenas las miro porque, como se murmura, las editoriales las adulteran. Pero no, como se murmura, para decirte que has vendido menos de lo que has vendido; sino, en realidad, para decirte que has vendido más, no sea que te deprimas y lo dejes.

-¿De dónde procede tu vocación literaria? ¿Tienes antecedentes familiares? ¿A qué se dedican o se han dedicado tus padres, tus familiares más directos?

En mi casa no había ningún libro, ningún compañero mío de facultad escribía, nunca hice una revista literaria en el campus, no conocí a un escritor famoso hasta los treinta, hoy en día apenas veo a tres o cuatro escritores de cierto prestigio... Mi vocación es, por tanto, inexplicable.

-¿Qué tipo de rutina de escritura tienes?

Mayormente la de no escribir. Si me sentara a escribir 8 horas al día escribiría mucho menos que ahora, que me pongo a escribir cuando me apetece. Muchos creen que la literatura es cuestión de esfuerzo, pero en realidad uno no se tiene que esforzar en escribir, a no ser que uno sea un escritor realmente malo. Miró no es esforzaba en pintar sus cuadros, seguramente los pintaba en veinte segundos; se esforzaba en llegar a pintar sus cuadros. Esta actitud, considero, es que la diferencia el arte de la artesanía.

-¿Podrías hacer una tipología sobre el impacto público de los libros que hasta la fecha has publicado?

El impacto en la sociedad de todos los libros publicados en España durante los últimos veinte años comparado con el de la implantación de Facebook en nuestro país es: ninguno. Y los míos están ahí, ensanchando la nada. Es muy deprimente pensar que no volverá a producirse un libro como Dublineses, un libro que, literalmente, toma una ciudad, la deforma y la convierte en literatura. Me encanta ir a Dublín y ver que Joyce está por todas partes, incluso a sabiendas de que la mayoría de los dublineses no han leído Dublineses ni el Ulises, abstenciones lectoras que es difícil no comprender, por otra parte. ¿Volverá algún escritor a crear un mito como Lolita, a merecer que su apellido de lugar a un adjetivo, kafkiano, proustiano, que sea usado aún sin haber leído a Kafka o Proust? Ojalá. La gran tragedia de las letras en nuestro tiempo es su fracaso en lo superficial.

-¿En qué momento y por qué Alberto Olmos se desdobla en Juan-malherido? ¿En qué ha perjudicado y en qué ha beneficiado Malherido a Olmos?

El blog Mal-herido formaba parte de mi maquiavélica estrategia para conquistar el mundo. Era obvio que si uno abría un blog en blogger, donde sólo hay 500 millones de blogs, llamaría enseguida la atención, sobre todo si escribía sobre libros. Y así fue. Beneficios del blog: creo que cuando recomiendo un libro, se vende más, lo cual me da una enorme satisfacción. Y cuando lo pongo mal, también se vende más. Así que no sé de qué se queja nadie.

-Me parece que tu última novela Ejército enemigo recibe la influencia fundamental del escritor francés Houellebecq, pero también la de la escritora española Belén Gopegui en El padre de Blancanieves.¿Estás de acuerdo?

Me pregunto qué hubiera pasado si en lugar de citar a Houellebecq en las entrevistas hubiera citado a Sófocles. ¿Verían los cibercríticos influencias claras de Sófocles en Ejército enemigo? Hay una larga y conocida lista de libros airados, de novelas violentas y de propuestas similares a Ejército enemigo a lo largo de toda la historia de la literatura. Me gustó, incluso marcó, por nombrar una no canónica, La flaqueza del bolchevique, de Lorenzo Silva, cuando la leí en los años 90. También Henry Miller. Y, en fin, un largo etcétera. (Realmente tenía que haber nombrado a Sófocles.)


-A estas alturas de la película en que el capitalismo consigue reciclar en beneficio propio cualquier movimiento alternativo de respuesta social o cultural, ¿dónde puede encontrar un escritor las referencias no sólo literarias, sino también éticas, sin caer en ese buenismo progre, que has criticado muy acertadamente, donde se confunden las buenas intenciones con la calidad de una obra?

Mi única referencia ética es, convocando al sesgo a Albert Camus, el hombre que dice no.


-Eres un gran conocedor de todo lo que sucede dentro de internet, incluida la pornografía. ¿En qué lugares van a transcurrir las historias del siglo XXI? ¿Cuáles serán los nuevos asuntos de que ocuparse? ¿Están los escritores tardando y le van por delante ya cineastas, dibujantes, etc?

Creo que la literatura siempre ha transcurrido en el mismo lugar: el lenguaje. No hay que estar especialmente obsesionado con llevar a los libros las novedades tecnológicas de tu tiempo; pero también es verdad que un escritor sólo merece la pena cuando traza el retrato de su época, así sea ese retrato desfigurador o, incluso, desacertado; y para hacer ese retrato, naturalmente, uno tiene que salir a la calle de vez en cuando, o poner la tele, y no considerar que las sopitas que le preparaba su mamá son de interés para el conjunto de la especie humana.

-Europa se va al garete y con ella los tópicos culturales que arrastraba consigo. ¿Cómo se posiciona Juan-malherido frente a la catástrofe? ¿Y Alberto Olmos?

Con un insondable cinismo, para serte sincero.


-¿Qué es mejor para la creatividad de un escritor español al que no le son indiferentes las cuestiones políticas, ser gobernado por Zapatero o por Rajoy?

Tener la foto de un presidente del gobierno sobre la mesa donde escribes debe inspirar muy escasamente, la verdad.


-¿Qué gustos cinematográficos, musicales o interés por otras disciplinas del conocimiento tienes? ¿Y a qué aportaciones externas a la literatura has dado cabida en tus novelas?

Creo que la única influencia real sobre mis novelas procede del cine, específicamente en la composición de los argumentos. Mis gustos musicales o cinematográficos considero que carecen de interés, salvo la extravagancia de que me gusta mucho el rap, tanto el original, en inglés, como el español. Creo que el rap es la poesía social de nuestro tiempo desde mediados de los noventa.


-Has respondido a las críticas desfavorables que ha recibido Ejército enemigo, lo que quizás te deja en evidencia ante algunos lectores que pueden pensar que se trata de rabietas infantiles. ¿Por qué lo has hecho?

Me apetecía, obviamente. Siempre he escrito y publicado on line lo que me pedía el cuerpo. No voy a cifrar en tacos lo que me importa la reacción de los demás ante mis textos. Me he quedado tan a gusto, escribiendo El patatús. Me parece que eso ya invalida cualquier objeción.


-¿Qué opinión te merece la reciente supresión de la dirección general del libro por el gobierno de Rajoy? ¿Piensas que servía de algo cuando existía?

No sabía que existía la Dirección General del Libro. Hay tantas Direcciones y Secretarías y Oficinas de que uno pierde la cuenta. No soy tan hipócrita como para lamentar públicamente la desaparición de algo que apenas conocía.

-¿Qué tiene que hacer un escritor español que no sea un best-seller para sacar cabeza entre esa oferta continuamente renovada que se le presenta al lector en las mesas de las librerías?

Cuando volví a publicar, en 2005, conocí a un escritor que no paraba de promocionarse, ir a cócteles, comadrear y visitar a escritores importantes, todo enormemente rastrero. Sin embargo, le iba bastante mal. Eso me relajó mucho, porque uno no se veía dotado para seguir ese camino de baboseo y camarillas. Un escritor destaca cuando escribe un libro interesante, de modo que en realidad es cuestión de suerte. Luego los demás escritores –yo incluido- querrán ver en el éxito ajeno toda una concatenación de factores deleznables para aplacar la propia envidia. Creo que no hay que hacer nada especial para destacar, en el sentido en el que me lo preguntas; sólo hay que escribir con honestidad los libros que a ti te interesan, y cruzar los dedos.

6 comentarios:

Lansky dijo...

La entrevista está muy bien (aunque el hecho de que eaparezca a continuacion de un comentario mío levemente denigrante de su talento frente al de la Gopegui no me hace mucha gracia).

Cuando Olmos se pone 'estupendo' es insufrible, pero cuando tira de humor resulta muy simpático; lástima que cerrara prácticamete Malherido, asunto que no mencionas.

Anónimo dijo...

Esperaré a Belén :)
Besillos

Anónimo dijo...

1. Me parece bien que se abstenga, es una pregunta improcedente (¿Y si vive con su madre, eh?!)

2. Hace bien en pensar siempre en lectores potenciales. Uno nunca sabe adónde va a ir a parar un libro.

3. Alguno sí habría. Todos en la Facultad escriben.Imposible no conocer a superescritores están en todas partes-suerte para la sociedad actual.

4.Es verdad el arte viene.

5. Debe estar feliz de formar parte de la nada. Con toda seguridad, surgirán muchos más genios.

6. Conoce bien las estrategias de marketing. (No puedo opinar sobre su blog porque no me da la sensibilidad para tanto; pero no es traidor, eh!, te avisa: no apto para menores)

7. Háblale tú de Sófocles, Antonio.

8. Me quedé pensando.

9.Los escritores siempre son retratos y productos de su época, todos. ¿Qué otra cosa pueden ser si no?

10. A mí no me gustan los cínicos, no son productivos.

11. Pero Antonio...

12. Hay miles de millones de extravagantes entonces.

13. Pues hace bien, tiene toda la razón.

14. :)Me encanta

15. Y esta también :)

Gracias.

Anónimo dijo...

(Ah, ves? los libros que tú promocionas también se venden. Lo he comprado yo)
Kuss

Lansky dijo...

¿La encuesta era para Olmos o para Mita?

Anónimo dijo...

No estaba respondiendo a ninguna encuesta, solo eran comentarios sobre las respuestas de A.Olmos.
Y por cierto esa foto con los colores de fondo es muy bonita, y Olmos también tiene una manera interesante de mirar. :)