martes, 27 de mayo de 2008

NARRATIVA CONTEMPORÁNEA, CIENCIA Y NUEVAS TECNOLOGÍAS



El viernes, antes de salir de casa para la conferencia de las 19:00, que se titulaba Narrativa Contemporánea, Ciencia y Nuevas Tecnologías, le preparé a mi hijo mayor, de 4 años, un bocata:
-Papá, de nocilla, me dijo.

Me cambié la camiseta negra, que esa mañana había llevado al trabajo, por una roja. Al escritor no mutante, sino mutado, le gusta diferenciarse del entorno con pequeñas gilipolleces de este tenor. De hecho algunos mutantes insistían en el negro. No diré (o sí) aquí quién repetía, no sólo color, sino también prenda. El caso es que en el autobús de camino hacia el parque de Málaga, me descubrí de repente en el dorso de la mano un pegote oscuro de ambiguo aspecto. No lo dudé y me lo lamí. Pensando que se trataba de un resto de nocilla con la que había untado el bocata de mi hijo mayor. De 4 años. Pero inmediatamente supe que no era nocilla. Su sabor era más bien terroso. Y no me cupo duda. Entonces. Mi hijo menor, de poco más de dos años, anda sin pañal desde hace unos días. No es infrecuente hallar en alguna parte del suelo de la casa trocitos diseminados de mojoncillos, que el tipejo suelta sin darse cuenta. Esto es, me lamí un pegote de mierda filial. Qué asco.
Qué asco. Hasta que no me bajé del autobús no pude enjuagarme la boca con un botellín de agua.

Cuando entré en la sala el moderador ya estaba presentando a sus invitados. A su izquierda, extremo, repatingado, muy delgado, con la barba cerrada y la frente abierta por la alopecia, con gafas de pasta y cazadora de entretiempo, y una fanta de naranja al alcance de la mano, la estrella del día, Agustín Fernández Mayo. La Coruña, 1967. Con acento, supongo que de la Coruña, que dicen que es cantarín. Actuante de la Poesía Postpoética. Autor de la trilogía Proyecto Nocilla. Me senté en el primer hueco libre de la parte de atrás que vi, y me empezó a apetecer fanta de naranja, para disipar el sabor arcilloso que me persistía en el retrogusto. Pero no me atreví a nada. Es evidente. En el otro extremo, a la diestra del padre, moderador, estaba Javier Fernández, con un llamativo anillo. Córdoba, 1971. Editor y escritor. Ex ingeniero agrónomo, creo que se dijo. Con un acento cordobés muy suave, coleta y una camisa con unos arabescos en un lado. Poca pinta de mutante, me dije. A su lado Vicente Luis Mora. VLM. Córdoba, 1970. Jurista, escritor y crítico literario. Autor de la obra en marcha Circular. Ya había sido presentado cuando llegué yo. Supongo que se mencionaría que es el director del centro del Instituto Cervantes en Albuquerque (EEUU). Del otro lado del moderator y anexo a Mallo, AFM, Germán Sierra. La Coruña, 1960, novelista y profesor de Bioquímica en la Universidad de Santiago. Repetía una chaqueta muy poco primaveral, oscura y de paño grueso. Pequeñajo y de cara simpática, con el pelo rebelde, a lo pincho. Me pareció verle un anillo en el pulgar.

El viernes el tiempo había refrescado un poco con respecto al día anterior. Pero creánme si les digo que seguía siendo primavera. En una de las primeras filas José Luis Brea llevaba su jersey de cuello vuelto y se abrigaba con una chaqueta por encima. Yo, ya lo dije, creo, camiseta roja con la leyenda de mexilón tigre salvaxe e rabioso. Un homenaje a Jalisia. Cómo no.

Habló Mallo. Con acento y con ironía. Cronometró su tiempo. Diez minutos. Fue al grano. Y fue sencillo. Explicó que había tomado unas notas en el avión, aunque la improvisación no era un fraude al público, ya que su reflexión le estaba poniendo (cachondo, intelectualmente, entendimos). Y vino a decir que el uso que él hacía de la ciencia era fundamentalmente analógico. Esto es, que le gusta encontrar modelos en la ciencia para trasponerlos a las historias que cuenta. Lo ejemplificó con la teoría de las bolas y con el percebe-cyborg. Un híbrido animal-cosa, percebe intoxicado por la placa base de un ordenador. De manera que el código genético del bicho acaba cogiendo la información codificada. También dijo taxativamente que a él lo que de verdad le interesa es la poesía. Y vino a decir que escribe como se le ocurren las cosas. Me pareció espontáneo. Y creo que lo que le interesa es ciertamente la poesía.

No recuerdo bien el orden de las intervenciones a partir de aquí. Ese día, ya lo dije, no tomé notas. Entre lo divertido de la mesa y el sabor a arcilla en mi boca, que no nocilla.
Pero creo que siguió Javier Fernández. El menos mutante de todos. El más mutado. Habló de su novela de ciencia ficción Cero absoluto. Y dijo, a mi entender, una cosa fundamental allí. Una cosa por la que el moderador saltó de su asiento. En definitiva que a él lo que le interesaba, como a Faulkner, si no recuerdo mal, era la naturaleza del hombre. Y de ahí que la nueva narrativa no tenía por qué ser programática, sirviendole al escritor los nuevos temas (científicos) que había de tocar. Que la nueva narrativa podía ser tan parecida o no a la vieja narrativa. A Juan Francisco Ferré, moderator, que Dios me perdone, se le vio el plumero. Le saltó a la yugular. La nueva narrativa no podía obviar los avances cientificotecnológicos y los tenía que incorporar a sus argumentos, contraatacó. Javier Fernández vino a insistir. O no. Díscolo. Me gustó muchísimo. La rebeldía ante lo programado. Incluso por uno mismo. Pero Javier no encontró cancha, claro. Allí todos eran mutantes. Me solidaricé telesimpáticamente con él. Mutado con mutado/ mutantes. Pero no sé si le llegaría. Quizás por aquí...Quién sabe.

Vicente Luis Mora, VLM, tenía otra hora biológica que el resto. Lo dijo. Leyó un texto con cita en inglés incluída. Como no la esperaba, no me enteré. Si la hubiese esperado tampoco. Pero por lo demás vino a decir que si el usuario contemporáneo busca la tecnología punta para solucionar sus problemas médicos o de cualquier otra índole, por qué con lo literario se conforma con los modelos obsoletos. Esto es, los escritores de última generación son la punta tecnológica en lo literario. VLM le echó un cable a su amigo Javier Fernández (¿JF?), intentando conciliar las dos posturas, la del moderator, que no lo fue, y el atrevimiento-desliz de ¿JF?.

En cuanto a Germán Sierra, sé que contó que había buscado en Google mapas el MUPAM, que había metido mutantes en google y le salía una actuación en la sala Vivero de Niños mutantes. A ver, qué más. De la chicha, ya se me ha olvidado todo. Y es que yo también empiezo a tener jet lag, como VLM, y en el retrogusto persiste el sabor a tierra, a pesar del pan untado con nocilla que me estoy comiendo. Cómo echo de menos la fanta de naranja, Dios. Y sólo porque vi a un mutante escritor bebiendo de una lata. Yo, que siempre había pensado que un escritor bebía Jack Daniels.

Preguntados de qué modo usaban la herramienta de Internet todos estuvieron de acuerdo en que principalmente como fuente de consulta. Y en cuanto a la escritura y el soporte, todos se aferraron al libro. Todos se confesaron escritores de papel. AFM dijo que el diseño del libro era muy difícil de mejorar.
¿Curioso, no? Cómo el planteamiento teórico circula por una autopista paralela al del medio de difusión.
Sólo JF (¿Javier Fernández?), como editor, aventuró el final del libro, tal como lo conocemos como soporte, pero en lejanas generaciones. VLM habló de una generación muy joven que sólo se dedica a la escritura en la red que puede dar sorpresas en los próximos años. VLM es un escritor de la red. Además.

Me voy a permitir una cuestión: ¿Por qué los escritores mutantes se aferran a un invento tecnológico tan de otra época como es el libro?

Los escritores mutados hemos echado los dientes con la escritura para la red. Sustancial diferencia.

¿Qué puedo decir de la sesión AFTERPOP a cargo de FERNÁNDEZ&FERNÁNDEZ?

Que fue soberbia. Pero sólo la cuento si alguien del público la pide.

8 comentarios:

Hautor dijo...

Por favor, anhelo saber de esa sesión Fdez&Fdez. ¿Tendré que doblar la cerviz?

Diego N. dijo...

Pido afterpop.
Estas jornadas me recuerdan a los libros de Bolaño, a los talleres literarios y a los círculos de poetas, pero sin el toque mítico o desesperado. Son mucho más de andar por casa; con la tele puesta al son de un inofensivo Iker Jiménez.

Anónimo dijo...

Es que nadie grabó la sesión?

F&F Letter Factory

En fin, ya sabes, por pedir que no quede. No pases calor.

Anónimo dijo...

Me sumo a las peticiones.

hombredebarro dijo...

Hautor, no por Dios no has de doblarte.

Diego, claro, es que para los poetas de Bolaño yo tendría que tener más de 20 años menos, y aún así creo que tampoco.

carlos, creo que nadie la grabó, pero se hicieron fotos.

daniel, oído cocina.

Un saludo a todos.

¿Y ahora qué? ¿Cuáles eran las preguntas iniciales? ¿Cuáles han sido las respuestas?

Anónimo dijo...

RMK, Image Consulting (literary agents for the XXI century)

Nota aclaratoria sobre el aliño indumentario de Germán Sierra:

CHAQUETA:
Marca: MARC JACOBS (con apellido)
Composición: 100% virgin wool
Color: Azul-falso-negro con rayas gris oscuro.
TEMPORADA: All year around (un chico acostumbrado a viajar sabe que debe protegerse también de las inclemencias del aire acondicionado incluso en Málaga la bella, cálida, alegre y despiadada).

CAMISETA:
Marca: A BATHING APE
Composición: Algodón 100%

PANTALÓN:
Marca: PRADA (de hace dos temporadas)
Composición: Algodón 100% , 20% elastano
Color: Negro de verdad

PELO: messy & nonchalantly styled (no pincho, please)

ANILLO en el meñique: Vintage de Primera Comunión finales de los años 70, oro 18 K. (no corresponde a ninguna desviación mutante, es un regalo personal con valor sentimental -los mutantes también tienen sentimientos)


En RMK insistimos, y ahora vemos que el público nos hubiese dado la razón, en que llevase la americana de RAF SIMONS (100% algodón) o la de BALENCIAGA (lana fría y seda), ambas en color negro.
I am no kidding, Germán is a true and hard fashionista. He has to moonlight writing all these strange books day-and-night to pay his big spending in fashion!! Oh my God, I think he should rest a little and take care of the bags under his big green/gray eyes.

RMK
Stylists to the BIG and COOL

Vicente Luis Mora dijo...

Podéis descargaros varios podcasts de la sesión Fernández & Fernández en el blog Afterpost.

Hombredebarro, es cierto que estaba gordo, pero te prometo que he perdido 4 kilos en semana y media. Puedo mandarte una foto para demostrártelo (incluso vestido).

Un cordial saludo.

HLO dijo...

La literatura es un invento de otras épocas; nuestro corazón (hablamos con metáforas galénicas) es de otras épocas.