miércoles, 9 de mayo de 2012

Ípsilon



Después de ver terminada su obra Ípsilon se siente extraño. Emprende una serie de paseos por la ciudad para calmar su inquietud, pero el monumento que ha construido, contemplado desde diferentes ángulos y perspectivas, le resulta amenazador. En un primer momento no se atreve a aconsejar que sería mejor destruirlo, pero cuando por fin lo hace las autoridades del municipio piensan que Ípsilon ha perdido el juicio. Como insiste en la conveniencia de echarlo abajo antes de que se produzca una desgracia irreparable, en el pleno del ayuntamiento es declarado persona non grata, y como consecuencia, debe emprender el camino del destierro. Antes de perder de vista la ciudad Ípsilon se detiene para contemplarla por última vez. Quizás, piensa, se ha precipitado a la hora de manifestar sus temores, quizás el cansancio de haber culminado una magna obra como la que deja atrás, le ha jugado una mala pasada. No lo sabe. Tiene que alejarse mucho más para cumplir con el dictamen de su condena en una tierra desconocida. No ha llegado a ella aún cuando nefastas noticias lo alcanzan. Las bocas del infierno se abrieron y se lo tragaron todo: hombres, casas y bestias. ¿Nada ha quedado en pie?, le pregunta Ípsilon a unos comerciantes que vienen de allí. Sólo una torre está intacta. Aquella que al parecer removió los cimientos de toda la ciudad. La torre que lleva su nombre.

La fotografía es de Manel Esclusa

1 comentario:

Tete Montoro dijo...

Estimado Antonio: Buscando información del fotógrafo Manuel Esclusa he llegado a su blog . Al final de su artículo titulado ‘Ípsilon’ atribuye la fotografía que lo ilustra a Manuel Esclusa. La fotografía en realidad pertenece al fotógrafo sueco Erik Johansson y se titula ‘Go your own road’ realizada en 2008. El estilo de Manuel Esclusa nada tiene que ver con las fotocomposiciones de Erik Johansson. Un saludo.