Si uno se da un paseo por los blogs literarios, acaba comprobando que hay un grupo más o menos nutrido que se ha abierto para defender la difusión de un libro publicado. Como en mi caso no existe tal, mis esfuerzos se van a dirigir, en unos breves comentarios, a hacer algo más visibles esos cuentos o relatos que voy a ir publicando y que me temo, debido a diversas razones, muchas veces necesitan algo más que su mera presencia para llamar la atención del lector.
Los escritores fácilmente caemos en los vicios del pelma (he venido a hablar de mi libro). Démosle al lector la gracia de la levedad del ser. No obstante, imagino que en este espacio nadie es lector puro, ni escritor puro. El nuevo medio internáutico nos hace Odiseos de la aventura de leer y también de la de escribir. Mi acercamiento al medio ha sido por la necesidad de querer difundir mi trabajo. Descubro enseguida que en Internet también se lee. Pertenezco, he de decirlo a una generación educada en la página impresa. Pero las cosas están cambiando.
He aquí la primera insinuación a mis lectores:
Para empezar Ópera, por ejemplo. Su lectura es ligera, un cuento de mil palabras aproximadamente. Su gestación fue así:
El verano pasado una amiga que trabaja en una floristería en Barcelona me habló un poco de la clientela que le llegaba a la tienda, en la que sólo venden rosas. Y mencionó las rosas de Kenia. Para un periférico como yo Barcelona tiene un aire mítico de alta burguesía y cultura. Así que decidí que el cuento girase como quien prepara su asistencia a la ópera con una audición previa. Luego todo llevó su camino. Un camino improvisado. Espero que os guste. No es el tono más frecuente en mis relatos.
4 comentarios:
Yo creo que no eres un pelma. Tienes la escritura como un 'hobby' especial, aciertas escribiendo y, como todos los escritores con buena planta, deseas compartir tu cosecha con otros.
Una forma de hacer esto hoy es a través de Internet. Ya algunos, más madrugadores que nosotros, han tomado este mundo internáutico y sus sensaciones como trama de sus ¿novelas? -léase 'Nocilla Dream'. A eso se llama experimentar.
A todo el que escribe le gusta experimentar.
Creo que has acertado abriendo tu blog porque tenerlo abierto te da buenas sensaciones; te permite imaginar que es un libro abierto en el que los demás pueden leer lo que has escrito, se supone que con cariño y cuidado; estás convencido -y realmente es así- de que mucha gente, aunque no te deje un comentario, te visita; no tiene horarios, siempre está abierto, como los 'Todo a cien' de los chinos; Te gusta y lo haces, punto; a algunos, como a mí, te sirve como una distracción más, procurando no ser un pelma, y cubriendo así un trocito de tu vida: vivir, que es la suma de pasear, andar 8 ó 10 kms. diarios, leer, pensar, sentarte ante tu PC y escribir lo que quieras, hablar con tus familiares y amigos, ayudar a uno de tus nietos con 'mates' e inglés, a otra -universitaria- en leer y tratar de aportar puntos de vista personales en sus trabajos -estudia Sociología-, etc.
Y la vida sigue.
Saludos.
Hola.
Considero que existe una connotación natural de "arrogancia" en el que escribe, algo que entiendo por vanidad. Esto, sin impedirlo, no nos convierte en pelmas a los que elegimos contar historias y, por supuesto, como sabes, cada cual elige si leer o qué al entrar en una página, aspire literaria o menos. En este aspecto coincido con Antonio en la mayoría de los puntos y, sobre todo, en uno plenamente, que sirve un blog si sirve a lo bueno y aquel que lo hace. No coincido en que Nocilla Dream sea un libro de experimentación. Sí que lo pretenda, justificándolo -que eso lo haga mejor o menos es muy discutible (esto es opinión agarrada, generada y bastante sin venir a cuento)-.
Y no, no creo que debamos el peso para con nosotros. Espero no seamos pelmas, caray.
Un saludo.
Perdón, quería decir -en torno a la opinión- por mi parte, que no vendría todo lo a cuento que quisiese. Y que es un domingo mañana, que uno se explica peor de lo que quisiese.
Esta es una de las cosas blogeras más capullas, que uno se acostumbra con susceptibilidad propia a la posibilidad ajena de esta.
Y el lector es siempre el amo de todo texto. (Incluido en misma medida el autor cuando lee su texto) ¿No coincidimos en esto? Me interesa mucho esta última parte.
Antonio y Alberto M, en cuanto a lo del pelma se trata de una seudoacusación para ganar la benevolencia del visitante. Gracias por la vuestra. Aspiro a todo lo contrario, en efecto. Seguimos con el asunto de la nocilla, Antonio, ya conoces mi poco aprecio por el fenómeno. Alberto, totalmente de acuerdo, el texto le pertenece por entero al lector y la autoridad del autor sobre el mismo es equiparable a la del primero que pasa y lee. Ni más, ni menos.
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