Foto: CeuElchedigital
A mí el circo me gusta entre otras cosas por los payasos. Sin embargo, he ido poquísimo al circo. Quizás porque a mí lo que de verdad me gustan son las metáforas y el circo es una de ellas. Y mucho más los payasos. Para entender el mundo a través de sus metáforas no hay nada mejor que ir mucho al cuarto de baño con los más variados pretextos. Lo que sé del circo lo he meditado en mis ratos ociosos en ese lugar haciendo muecas delante del espejo. El caso es que quiero hablar de unos personajes muy conocidos de todo el mundo, los payasos de la tele, que si bien pudieron parecer un sucedáneo del mundo del circo en cierta época, son esencia pura del fenómeno circense, no sólo por su diltada historia en la pista, sino también por la estructura paradigmática que nos ofrecen para entender los procesos del ser humano, ya sea bombero, tenorio o lector del gas.
Del grupo inicial Gaby, Fofó y Miliki con Fofito, que todo el mundo recordará, se pasó después de la muerte de Fofó, al formado por Gaby, Miliki, Fofito y Milikito. Cuando Milikito se fue para ser Emilio Aragón, el grupo pasó a ser: Gaby, Miliki, Fofito y Rody. Luego se marchó Miliki. Gaby, Fofito y Rody llevaron entonces por toda España su espectáculo “El fabuloso mundo del circo”. Gaby crearía más adelante la troupe “Los Gabytos”, que actuarían ya sin él, después de su retirada. Por su parte Fofito y Rody formaron un duo. Y Miliki se embarcó en “El circo del arte”. A continuación Rody también dejó las payasadas para querer ser presentador televisivo. Y Fofito participó con otro payaso, Chifo, y con el malogrado Mané en “Los trilocos”.
He ido poco al circo, ya os lo dije, pero he chupado mucha tele. Hasta que sale Fofito de “Los trilocos” y se reúne de nuevo con Rody para hacer un programa infantil llamado “Tras 3 tris”. De este programa surge un disco, “¡Mamma mía!”, que será denunciado por una asociación de consumidores por inducir a la agresividad infantil e incluso al suicidio. Se trata del corte número 8, titulado La canción de los hijos, que entre otras cosas divertidas dice:
“Se quita el zapatito, se clava el piececito con unos clavitos, plas, plas, plas.”
“Con una tijerita bien afiladita, cortamos la naricita casi al ras, morder el labiecito con los dientecitos, dar un puñetazo en el maxilar.”
“Cortar el vidriecito de la ventanita sin estropearse el uniformito y todos muy alegres del noveno piso saltar a la calle sin gritar, saltar a la calle sin gritar, saltar a la calle sin gritar.”
Autores: Rody y Fofito. Unos genios.
Como sea, se puede observar, por la evolución de las formaciones que se suceden, que se produce una brecha familiar por la cual quedan de un lado Miliki y Milikito, y del otro los hijos de Fofó, Fofito y Rody, y Gaby con los suyos. Pues bien, llegar aquí siginifica que un partido u otro hay que tomar. O te alineas con los relamidos Miliki, que cultiva el secreto afán de ser cada día más parecido al recientemente desaparecido guionista del cine español Rafael Azcona, Milikito-Emilio Aragón, de falsa sonrisa y proteicos afectos, y la inefable Rita Irasema, de una cursilería estrábica insoportable. O bien eres de los Fofitos.
Yo sin lugar a dudas soy de los Fofitos y su causa es la mía. Recientemente Fofito exponía en público los problemas que había tenido con el alcohol y denunciaba que no conseguía encontrar trabajo a causa del boicot promovido por su tío Miliki y su primo Emilio Aragón. Un buen payaso, un hombre normal, un mal actor, que aparece en Torrente 3, donde hace de pistolero, y en cuyo rodaje, según cuenta él mismo, se le escapaban los tics de payaso. Autor de una letra como la que hemos visto más arriba, tuvo que arrepentirse públicamente de algo que está a la altura de las historias de Edward Gorey o Tim Burton.
Así que desde aquí y desde ya llamo para que se reivindique la vuelta de Fofito a la tele. Para que los mejores no sean arrinconados por los más poderosos. “El mar, idiota, el mar”, quizás la mejor frase de estos payasos, después de la archiconocida “¿Cómo están ustedes?” El rostro de Fofito tiene las huellas del tiempo, cómo no. Mierda de vida. Payaso. El labio fruncido es su sonrisa, como la seriedad de palo fue la del viejo Buster Keaton, cuando al final de su carrera trabajaba como gancho para bromas televisivas.
9 comentarios:
Yo amaba a estos payasos de la televisión.Soy de la generación de un tiempo en donde la tele nos daban programas más humanos.
Debo admitir que me ha emocionado muchísimo éste gran post.
Muchas gracias por el recuerdo.
Un fuerte abrazo.
Como casi todos los niños de la época veía a los payasos de la tele. Como casi todos los niños he ido alguna vez al circo.
El mundo del circo me produce tristeza, especialmente por los payasos y los animales.
La letra que produjo la denuncia no me parece correcta (al menos así fuera de contexto; no la he escuchado) para un disco infantil por mucho que sea desternillante. Por otra parte, popularizaron alguna canción que rezumaba un machismo redomado. De todos modos respeto, por supuesto, al que dibuja una sonrisa en su rostro cuando los recuerda. Cada uno tiene su propio mundo interior.
El post está muy trabajado con todos esos datos biográficos.
Un saludo
Vieja historia la de los buenos y los magníficos.
También pongo roja una nariz por Fofito en estos momentos de tanta alergia.
Y Milikito da muy mal los partidos en la sexta.
Un abrazo macho.
Francisco, me alegra que te hayas emocionado. No es para menos todo lo que se refiere a los payasos. Dices que en antes los programas eran más humanos. Me imagino que te refieres a los infantiles. Échale un ojo a Doraimon. Aquí los ponen en Canal2Andalucía y Canal Sur. Esta mañana sacaba Doraimon una máquina para capturar las sombras de las personas. Otras veces la máquina sirve para recuperar los recuerdos que no recordamos. Son una pasada de chulos. Yo los veo porque mi hijo de 4 años está enganchado.
Ton, es verdad que el mundo del circo es triste, pero no más que el mundo. En cuanto a lo que dices del machismo, piensa en la Odisea, en cualquier historia clásica, en la iconografía cinematográfica. Las expresiones artísticas son hijas del tiempo. Con vicios y defectos de su tiempo. Lo del escándalo causado por la canción a mí me parece propio de una sociedad que considera a los niños deficientes mentales, por incorrecta que sea esta expresión. Los niños, y lo veo en mis hijos, tienen muchísimo sentido del humor y saben contextualizar mucho mejor que esos adultos que los quieren convertir en pequeños administrativos. Con mis respetos para los administrativos.
Gracias, ton, Un saludo.
Alberto, se trata de eso, de distinguir el lugar en el que se hallan los buenos. En la novela La carretera de McCarthy el niño siempre le pregunta a su padre si ellos siguen siendo de los buenos.
Milikito no es que sea malo,es que es magnífico. Nunca hubiera escrito y menos nunca hubiera cometido "el error" de publicar una letra como la de esa canción. Los magníficos nunca serán artistas de verdad, porque no son buenos. Otro abrazo para tí, macho-te.
Yo también soy de los Fofitos. Entre ganadores y perdedores, prefiero a los que siguen librando batallas perdidas.
Como dijo Charli Chaplin,"Ríe y el mundo reirá contigo; llora y el mundo, dándote la espalda, te dejará llorar."
Hola, sirena, la cita es para reír.
No soy fofitera (aunque esté fofa), milikitera, ni del ayayay, sino de todos, pero sí eché muchísimo de menos el "alma" payasa de Fofito, sus expresiones y sus gestos, sí. También yo me he emocionado.
Para mí está claro que esta tu segunda etapa como narrador, tras tus ensayos cuentísticos en TusRelatos y Narrador, es más rica y se advierte ya la huella de alguien con experiencia narrativa y perspicacia. Me parece ahora en general una mezcla de artículo periodístico y/o narración para un libro de relatos,que induce a la reflexión y en donde se maneja con mano maestra la ironía.
Te sigo.
Saludos.
la figura del payaso......¿oscura y siniestra?
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