El cuento se titula Síndrome Van Gogh y lo publica Fernado Valls en su muy interesante blog, que es otro punto de encuentro para cuentistas, La nave de los locos.
Además viene una malísma foto del menda lerenda con cierto aire de Fofito barbudo y aparece la portada de Mucha suerte.
7 comentarios:
El relato tiene un pase, pero en la foto estás para tirarte tomates, macho.
En realidad quería decir que la belleza está en el interior.
El tema es similar a tu cuento sobre el bigote de la señora aquella. Se trata de acostumbrarse.
Yo suelo soñas que se me caen los dientes, debo tener el síndrome Papuchi. Muy original.
Me ha gustado el cuento.
El comienzo me ha desconcertado un poco, con esas frases tan cortas, casi desligadas, pero luego, cuando me he adaptado al ritmo, le he encontrado su puntito.
Tal vez no repetiría al final la misma ausencia (no quiero precisar mucho, para no fastidiar a quien no lo haya leído), me choca esa reiteración.
Un buen cuento, sin duda.
Un saludo.
Los cuentos no sé, lael famoso cuadro así titulado es horrendo y "pompier", pero la novela de K. Anne Porter, que no sé si da nombre a la editorial y que tiene ya más de diez lustros, es magnífica.
xristinah, tomates, pepinos y cebollas. ¿En el interior?
Luis, de hecho iba a la sección Imagen personal. Es un relato redundante, poco original, ya escrito en otros textos y creo que muy prescindible, pero como me salió lo envié a la nave de los locos.
Manu, el síndrome papuchi también puede ser otro, Viagrator.
Lo tengo en cuenta, Viajero. Me gusta que me encuentren peros. Para corregir o para insistir en el error. Gracias.
Lansky, tomo nota de tu información.
Saludossss cordialesssss.
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