Sube alto el cielo sobre mi cabeza.
Entre los caprichos de la mentira
la nube ahuyenta el punto de mira.
La espuma amarilla del sol regresa
todos los días a besar mi mesa.
Una voz oscura en calma suspira.
La sombra agridulce despacio tira
otra malvada hora bajo la empresa
del cielo. Miro las huellas, el rabo
de las puntas azules en las nubes.
Calculo lo que me reflota al cabo
de cada día, ya que me sostuve
en mentiras de menos de centavo.
Así que baja todo lo que sube.
6 comentarios:
mentiras como nubes...
Uno ve en ellas lo que quiere, a veces...
Hola Quevedo :))
Y ahora te atreves con el complejo arte del endecasílabo. No hay quien te pare.
Es que me da la tos de pecho
Sopa de Ganso...
El gigante comehuevos
Torvo y simpático, sin reflejo
en los estanques, gafas, mal hablante
coincidí en el aula con un gigante
de manos pequeñas y tal arrojo
que de tus huevos no dejó despojo.
-Es mejor acabar con la simiente
antes de que en otro coño silente
de leche se vacíen sin tapujo-
dónde vas ahora, gigante tonto
ese cojón se te escurre cual baba
barbilla abajo. Yo mejor me planto,
mis huevos ya rezan pues todo se acaba
se saben de corbata por el espanto,
lloro ya la soledad de la aldaba.
Un saludo
Me voy a suicidar. Eso es lo que significa.
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