lunes, 19 de octubre de 2009
Cine
Ella me sonríe con lo de ahí abajo, sé que me sonríe mientras me da la espalda y me conduce por los laberínticos pasillos del archivo. De repente se da la vuelta y me señala el lugar en el que se ecuentra la lata con la película que he venido a buscar. Su coño sonriente, franco, con una pizca de ironía en las comisuras. Sabe que esa mueca tiene sus efectos sobre mí. Me aprieta ahí abajo, pero suelo trabajar con la cabeza. Podría arrinconarla y levantarle la falda, comerme su sonrisa, volver luego arriba como si nada hubiera ocurrido y hasta pronto. Tendría su gracia. Si no soy yo será uno peor que yo, porque la chica es supersonriente. La próxima vez, me digo. Pero cuando la próxima vez llega, sólo me sonríe con los ojos, con la boca, con las palabras. La sigo por los pasillos del archivo y durante el trayecto su culo no deja de burlarse. Antes de que se gire para señalarme dónde está la película que necesito, levanto su falda, me agacho y con la boca inicio la búsqueda.
-¿Por qué te interesan tanto estas películas antiguas? Me pregunta.
-¿Te das la vuelta? Le pregunto.
-Hoy no puede ser, me contesta.
-En ellas aprendo modales, le contesto, y también mis alumnos.
-No serán estos, me dice.
Pero yo ya no vuelvo a hablar. Me levanto y por la (O) asombrada que es el centro de sus nalgas introduzco mi verga tiesa.
Volvemos arriba y me entrega la ficha que he de cumplimentar para formalizar el préstamo. Mientras relleno los datos alguien a mi lado solicita uno de los primeros trabajos de Spielberg, aquella road movie que hizo para la televisión, El diablo sobre ruedas. La miro directamente a los ojos, serios, casi severos, pero ahí abajo ahora veo que se le abren los labios con una dulzura y una simpatía indescriptibles. Consulta en la base de datos.
-Un momento, dice.
Entra en el almacén y miro al tipo que ha hecho la petición. Haciendo un gesto significativo con la cabeza señala hacia el almacén y me guiña un ojo.
-¿Está buena, eh?
-Soy gay, le contesto.
-Pues yo no, y esta no veas cómo es.
-¿Cómo? Consigo chillar como si fuese absolutamente amanerado.
Vuelve a guiñarme.
Al final de la proyección le digo a mi curso que el próximo título que vamos a ver es uno de los primeros trabajos de Spielberg para la tele, que busquen información y averigüen el título.
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