sábado, 20 de junio de 2009
Mairenada
En el año 1936 aparece en la editorial Espasa-Calpe Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, de Antonio Machado. Este tipo Juan de Mairena ya había sido reseñado en 1928 en la edición de las Poesías Completas, bajo el epígrafe "Cancionero apócrifo": “poeta, filósofo, retórico e inventor de una Máquina de Cantar. Nació en Sevilla (1865). Murió en Casariego de Tapia (1909)”.
Como Pessoa, Machado tuvo necesidad de “heterónimos” que llamó, a su modo, apócrifos, o complementarios, personajes que llegaba a asumir desde la distancia. En total se contabilizan 33, de los cuales los más conocidos son Abel Martín y su discípulo Juan de Mairena, el más importante de todos, además de uno que lleva idéntico nombre que el del poeta, Antonio Machado.
El personaje de Mairena se va consolidando en sus escritos hasta que aparece en el Diario de Madrid, desde el 4 de Noviembre de 1934 hasta el 24 de Octubre de 1935, bajo el título “Apuntes y recuerdos de Juan de Mairena”. Más tarde, desde el 17 de Noviembre de ese año hasta el 28 de Junio de 1936 esas colaboraciones aparecen en El Sol. Esos son los artículos que integran la edición que hemos mencionado arriba de Espasa-Calpe. Mairena reapareció en Hora de España, en enero de 1937, y a esa serie Machado la llamó en varias ocasiones “Mairena póstumo”.
El carácter fragmentario, desordenado e irregular de esos textos nos proporciona una lectura muy estimulante, con momentos en los que uno se podrá adscribir a lo que dice, o discutirlo, o matizarlo, o rechazarlo de plano.
Lo que propongo es sencillo:
Leer. Leer el Juan de Mairena. O releerlo. Cada uno.
Elegir un fragmento y comentarlo en igual o menor extensión.
Como ya han hecho tan amablemente Ellos:
Recaredo Veredas:
TEXTO DE JUAN DE MAIRENA
Las cabezas que embisten, cabezas de choque en la batalla política, pueden ser útiles, a condición de que no actúen por iniciativa propia; porque en ese caso peligran las cabezas que piensan, que son las más necesarias. En política, como en todo lo demás.
TEXTO MÍO
Esta incursión de la poética de Machado en el pensamiento maquiavélico, en los meandros de la política real, resulta sumamente curiosa. Y, sobre todo, muy diferente al pensamiento expuesto en el resto del libro. También destaca por su carácter críptico: ¿Quiénes son las cabezas de choque? ¿Quiénes las cabezas que embisten? ¿No somos todos cabezas de choque, aunque creamos lo contrario?
Antonio Senciales:
Dice Juan de Mairena:
‘-A usted le parecerá Balzac un buen novelista –decía a Juan de Mairena un joven ateneísta de Chipiona.
-A mí, sí.
-A mí, en cambio, me parece un autor tan insignificante que ni siquiera lo he leído.’
(¡Toda una manifestación! Yo quizás he pecado a veces de lo contrario. No habiendo leído lo suficiente a un autor me he permitido opinar sobre su obra. Supongo que sería recomendable no ser tan osado a veces, con lo cual deduzco que la osadía y la juventud no siempre marchan parejas. Punto digno de ser anotado).
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Dice Juan de Mairena:
‘La prosa no debe escribirse demasiado en serio. Cuando en ella se olvida el humor –bueno o malo-, se da en el ridículo de una oratoria extemporánea, o en esa que llaman prosa lírica, ¡tan empalagosa!...’
(Todos hemos alabado en diversas ocasiones este tipo de prosa porque resulta agradable de leer y suena bien a los oídos. Ante ella hemos reaccionado diciendo: ¡qué bonito! Creo que Mairena lleva razón cuando a la prosa le falta un poco de sal y pimienta, humor bueno o malo, como dice él.
Y se pregunta en este pasaje qué hubiera perdido el doctor Laguna, médico de Segovia, con pitorrearse un poco al traducir y comentar su ‘Dioscórides Anazarbeo’. Pensaríamos bien de él, como lo hacemos hoy pensando que es un sabio e intentaríamos leerle alguna vez.
Estas palabras de Marchena me recuerdan a personas que no escriben demasiado en serio (tú las conoces también) y otras que lo hacen de forma empalagosa e incomprensible para muchos de nosotros (coincidirías conmigo si te diera nombres, todos han pasado por TusRelatos.com asimismo).
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Dice Juan de Mairena:
‘Si alguna vez cultiváis la crítica literaria o artística, sed benévolos. Benevolencia no quiere decir tolerancia de lo ruin o conformidad con lo inepto, sino voluntad del bien, en vuestro caso, deseo ardiente de ver realizado el milagro de la belleza. Sólo con esa disposición de ánimo la crítica puede ser fecunda.’…
(Sigue hablándonos Mairena de la crítica malévola de los avinagrados y melancólicos tan frecuente en España…
Cuando he pretendido realizar crítica literaria, como lector principalmente, en mi ánimo ha estado siempre impulsar el relato, el cuento, la obra de aquél en quien veía mayor aproximación a ese ideal de belleza literaria.
Recuerdo algunos casos de TusRelatos.com, donde me encontré varias personas que podría nombrar, que encajarían en lo que estamos comentando).
Hay muchas más sentencias, donaires y apuntes que comentar, muchísimas más, que dejo para más adelante.
La muerte, por ejemplo, no ha sido ni de lejos una constante en mis pensamientos, ni incluso ahora que la tengo más cercana. Lo dejamos para otro día. La lectura de las sentencias y recuerdos de Mairena, aplicados personalmente a tu vida, da para escribir un libro…)
Enrique Páez:
"El tono que escojas para tu narrador tendrá consecuencias directas en la significación de la historia (cómico, frío, cómplice, distante...). Casi siempre el tono apropiado es el más natural, el menos impostado. Son errores frecuentes entre los autores primerizos los del uso de una lengua excesivamente formal (estilo frío, tipo BOE), o demasiado impostada y ampulosa (por una visión falsa de lo que suena a "literario", como sinónimo de barroco y pseudo-poético). El mejor lenguaje literario es el lenguaje natural y común. Recordando a Juan de Mairena, "Los acontecimientos consuetudinarios que acontecen en la rue" en lenguaje poético se escribe así: "Lo que pasa en la calle"."
Esteban Gutiérrez Gómez:
CITA
“No olvidéis que es tan fácil quitarle a un maestro la batuta, como difícil dirigir con ella la quinta sinfonía de Beethoven.”
OPINIÓN PERSONAL
Muchos pensarán que es cuestión de envidia, pero lo cierto es que todo lo fuerza la ignorancia, padre y madre del atrevimiento.
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5 comentarios:
"Que usted haya nacido en Rute, y que se sienta usted relativamente satisfecho de haber nacido en Rute, y hasta que nos hable usted con una cierta jactancia de hombre de Rute, no me parece mal. De algún modo ha de expresar usted el amor a su pueblo natal, donde tantas raíces sentimentales tiene usted. Pero que pretenda convencernos de que, puesto a elegir, hubiera usted señalado a Rute en el mapa del mundo como lugar preciso para nacer en él, eso ya no me parece tan bien, querido don Cosme.
-En eso puede que tenga usted razón, amigo Mairena."
Juan de Mairena es una obra maestra,muy superior a El amigo manso de Galdós.Es un libro de cabecera para ir leyendolo poco a poco,sobre todo,cuando sientes que el mundo debe apearse por unos momentos y pensar.
Un abrazo.
Muy buena entrada, Antonio. Estoy muy de acuerdo contigo, "Juan de Mairena" (por no poner el largo título completo)es de lo mejorcito de Machado. Es sustancioso lo mires por donde lo mires. Se deja releer, por su estructura fragmentaria, con facilidad y debería acudirse a él, a sus páginas, de tanto en tanto. Siempre se aprende de la ironía y la sabiduría de Mairena, que no es otra que la de su autor.
Hace pocos días publiqué en mi blog una entrada titulada "Un alma siempre en borrador" inspirada en Mairena.
Aunque hacía tiempo que no entraba a comentar, sigo tu blog de cerca.
Un abrazo, Javier.
Estoy de acuerdo con Francisco. Mairena-Machado es una genial combinación cuyo discurso nace de la sabiduría popular, sublimándola sin pretenderlo. Gajes de ser un genio. Respecto al atrevimiento del insuficientemente instruido recuerdo una anécdota en la que un supuesto escritor afirmaba que nunca había leído nada para mantener intacta su originalidad.
Un saludo.
Juan de Mairena es uno de mis favoritos de siempre. Su opinión sobre la ausencia de humor en la prosa y su ataque a la prosa lírica es lo que el gran Juan Marsé, hablando de Umbral, llamó "prosa sonajero", aunque a mí cierto Umbral sí me gusta.
También me gusta mucho una sentencia que he utilizado a menudo que dice que en España nueve de cada diez usan la cabeza para...embestirse.
No he podido darle salida todavía, Antonio. Pero como veo que otros ya han hecho los deberes, me pongo con ello.
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