sábado, 19 de enero de 2008

En alta mar


Aquí dentro del camarote tendido en mi litera y con tu foto. Y sin embargo, ahí fuera también, en esa noche inmensa del océano, con los motores del barco comiéndose el silencio. Las redes extendidas. Miles de peces que en tus sueños son hormigas. En los míos pájaros. Aquí, en mi turno de descanso, sin fuerzas para leer la revista. Ojeo las fotos. Y miro la tuya pegada en la litera que tengo encima. Olor a pies, a sábanas sucias. A esperma. Y fuera miro la luna hundida en el agua, las estrellas, mientras una vez más soporto las mentiras del uruguayo. El chino se ríe de mí. Pero eso ocurre en cubierta, ahora estoy aquí, con tu foto mirándome. Ronquidos. Ganas de coger a un hombre y romperle el cuello. Un hombre que se quedó temblando en la tierra firme. Un hombre al que el suelo se le va a escapar de los pies. Para lo que hay que ser paciente. Dibujar dentro de la cabeza todos los detalles. Repasarlos. Y darle tiempo a ese hombre para que haga lo mismo. Cuántas veces no te sueño viva de nuevo y despierto pensando que lo ocurrido fue un mal sueño.
Todas las noches entro en sus pesadillas. Llevo un arpón en la mano. No le hablo. Y él rompe a llorar. Gime. Como debiste gemir tú suplicándole que no te hiciera daño. Como mamá ha imaginado que debió ser tantas veces. Porque pensó que quizás estabais solas, mamá y tú solas en el mundo. Así que no contó conmigo. Pero el mar devuelve casi todo lo que se lleva. A papá se lo quedó como tributo. A mí no me quiere. El mar. Tarde o temprano estoy de nuevo en casa. Tuve que volver en avión para encontrarte al otro lado de esa piedra con tu nombre, donde hasta entonces sólo había existido la ausencia de papá. Un nicho vacío, que ahora tú tampoco sabes llenar. Porque la muerte te pilló así, en una deshora. Lo que a él no va a ocurrirle. Ya lo sabe, ya me espera. Se lo digo todas las noches: lo voy a hacer con mi arpón.

2 comentarios:

Joselu dijo...

Un fragmento narrativo preñado de sugerencias que hablan de un antes. Ritmo mantenido, prosa elegante, presagios de novelista que está ensayando caminos. Me gusta la imagen de la foto entre el olor a pies, sábanas sucias y esperma.

Tawaki dijo...

... con los motors del barco comiéndose el silencio ...

Me gusta.

Un abrazo.